TUNUYÁN- LAGUNA DEL DIAMANTE - TUNUYÁN

Tunuyán junto a San Carlos y Tupungato son las poblaciones ubicadas en el Valle de Uco, dominada por los cultivos de hortalizas y frutales.  

Desde allí se visita el Manzano Histórico, lugar que recuerda el sitio donde San Martín descansó al regreso de su Campaña Libertadora. A la derecha del monumento, obra del escultor Luis Perlotti, están los retoños del manzano original que dió sombra al Padre de la Patria.

En este viaje no fuímos al Manzano Histórico porque  nuestra intención era visitar la Laguna del Diamante .

Había escuchado versiones contrapuestas respecto a si era necesario contar con un vehículo doble tracción para recorrer ese camino y en la casa de Provincia de Mendoza en Buenos Aires tampoco pude obtener mayor precisión.

Decidimos arriesgarnos y dejando parte de la carga en Tunuyán, llenamos un bidón con combustible extra por si acaso, verificamos que las dos ruedas de auxilio estuvieran infladas, cargamos el equipo de radio BLU y partimos.

La idea era llegar hasta el puesto de Gendarmería de Cruz de Piedra y preguntar cómo estaba el camino.

La laguna se ubica a los pies del volcán Maipú (Maipo en Chile) a una altura de 3300 msnm pero durante la aproximación se cruzan dos planicies llamadas Pampas de los Avestruces y de los Paramillos respectivamente alcanzando alturas de aproximadamente 3700 msnm. En estos puntos más altos puede nevar en verano y con un vehículo de tracción simple es factible quedarse aislado “del otro lado”.

Con 35 libras en las ruedas, partimos temprano. Se recorren 42 km por la Ruta 40 hacia el sur hasta llegar a Pareditas. Allí se abandona el asfalto y se toma la ruta 101 y luego de 36 km de dobla a la derecha por la ruta 98.

Los primeros 18 km por esta ruta se transitan en una pampa que lentamente va ascendiendo hacia las montañas que se encuentran al frente. En esta oportunidad tuve que transitarlos en primera velocidad y solamente en algunos tramos muy cortos pude colocar la segunda debido a que el ripio presentaba un serrucho continuo. Así, llegamos al refugio militar “Grl Alvarado”, hoy ocupado por personal de Parques.

Allí fuimos muy bien atendidos, recibimos explicaciones sobre orografía, fauna y flora. La energía eléctrica se obtiene a partir de celdas solares y cuenta con equipos de radio.

El camino ahora ingresa en zona montañosa y comienza a ascender en forma sostenida con el río a un lado. Circulando con la primera marcha, luego de 9 km se arriba al Puesto de Gendarmería llamado “Cruz de Piedra”. Es una típica construcción de piedra similar a las muchas que se encuentran a lo largo de la cordillera y que otrora pertenecieran a la Aduana. 

Registramos nuestro paso, tomamos unos mates con los gendarmes y continuamos viaje. Faltaban 35 km para llegar a destino.

De aquí en más el paisaje es cada vez más bello. Se suceden las subidas y bajadas, interrumpidas por las dos pampas mencionadas más arriba y el GPS indica cada vez mayor altitud.

Comienza a destacarse el cono volcánico del Maipú (5300 mts) que se alza 2000 mts por sobre la laguna.

Contrastando con la aridez del paisaje, las vegas de altura ponen la cuota de color verde y, contrariamente a lo esperado, en este tramo el camino de ripio  se encontraba en muy buen estado.

Disfrutando del majestuoso paisaje llegamos al puesto de los Guardaparques que se encuentra a la entrada y somos gentilmente recibidos. Este puesto tiene comunicación radial con el Refugio Alvarado y con la Gendarmería de Cruz de Piedra.

Un camino que sale hacia la izquierda y rodea la laguna lleva hasta la margen opuesta donde está el Grupo de Gendarmería “Laguna del Diamante”, más o menos a 6 km de la entrada. Ese año el Grupo estaba inactivado.

Vecina al destacamento está el área de acampe, recostada sobre las piedras negras (escorial) producto de erupciones volcánicas y al amparo de los vientos del oeste.

Antes de ir a acampar tomamos un camino recto que después de 2 km llega casi hasta la orilla de la laguna. Eran aproximadamente las 14 hs y soplaba un viento fuerte que encrespaba las aguas.  

Estábamos muy contentos de haber llegado hasta allí ya que era un deseo anhelado durante mucho tiempo y sinceramente encontré el camino perfectamente transitable.