CASCADAS DEL AGRIO - PASO COPAHUE - TERMAS

 

 

Martes 22 de febrero

Mapas 

Dormimos hasta tarde y cerca de mediodía partimos para visitar las Cascadas del Agrio.

Son en total siete cascadas de las cuales las cuatro primeras son las más lindas y se pueden visitar en auto. El camino y los estacionamientos están perfectamente señalizados.

Desde Caviahue se vuelven 500 metros y luego de cruzar el puente sobre el Agrio, se toma un camino de ripio que va bordeando el río y nos lleva de cascada en cascada.

Reciben los nombres de:

 “Del Basalto” (4 mts)......

 “Cabellera de la Virgen”  (20 mts).....

 “La Culebra” (4 mts) ......

 “Del Gigante”, que presente una hermosa vista del volcán Copahue como telón de fondo.

El camino continúa pero es apto solamente para 4x4. Dejamos el Kangoo y comenzamos a caminar remontando el río por su margen derecha.

No hay señalización y encontramos otra cascada ....

y otra más ......

Es un lugar ideal para caminar en el cual las araucarias aportan su belleza y figura tan características.

Por la tarde fuimos hasta Copahue para hacer un trekking hasta el hito internacional X-5. Dejamos el auto en el pueblo y subimos la barda que lleva hasta la imagen de la Virgen desde donde se obtiene un buena vista del Complejo Termal.

Luego de expresar nuestro agradecimiento por las vacaciones que estamos disfrutando seguimos por un sendero bien marcado caminando con rumbo oeste. A nuestra izquierda tenemos la compañía siempre presente del Volcán que domina todo el entorno y a la derecha todavía quedaban algunos manchones de nieve.

Este sendero conduce al valle de Trapa Trapa en territorio chileno.

Artesanos del país vecino vienen a caballo todas las mañanas para vender sus manufacturas en Copahue y regresar por la tarde.

Mientras caminábamos nos adelantó un jinete a quien le preguntamos cuánto faltaba para llegar al hito y nos manifestó que faltaba alrededor de media hora.

El sendero prácticamente no tiene desniveles y solamente se debe esquivar sin dificultad un pequeño mallín. En eso estábamos cuando veo unos cientos de metros adelante al jinete con su caballo cruzado sobre el sendero. Luego de un ratito y cuando estuvo seguro que nosotros habíamos notado su presencia, continuó su marcha.

Teníamos la intriga respecto a donde se encontraba el X-5 y como eran más o menos las 17 hs apuramos el paso. Una pequeña bajada y vemos a lo lejos la silueta característica del hito que estaba a pocos metros de la senda, justo donde el jinete había cruzado su montura. ¡ Qué contraste con la gran ciudad, detuvo su marcha y espero unos minutos para señalarnos el lugar !.

Hito X-5 en el Paso Copahue. Detrás el volcán 

Nos llamó la atención los restos de algo que parece un volante y que en tiempos pretéritos permitiría abrir y cerrar alguna válvula aunque en un principio pensé que podría tratarse de los restos de algún hito antiguo.

Nos sacamos las fotos de rigor y luego de unos minutos emprendimos el regreso. A nuestra derecha vemos parte de la segunda laguna de Las Mellizas con presencia de aves acuáticas pero como no queríamos que nos sorprenda la caída del sol, seguimos sin desviarnos.

Nos detuvimos a jugar un rato en los manchones de nieve congelada y volvimos a Copahue.

Es muy lindo ver el pueblo desde la barda iluminado por los rayos del sol que al caer oblicuamente estiran las sombras.

El atardecer ya estaba llegando y no habíamos hecho uso de las Termas. ¡ Como ir a Roma y no ver al Papa !.

Las piletas que están al aire libre son tres, conocidas como lagunas “Del Chancho”, “Verde” y “Sulfurosa”. La última no puede utilizarse, está cercada y la presencia de carteles señala el peligro de caer a las aguas cuya temperatura es de aproximadamente 70 grados.La laguna del Chancho (33 grados), barrosa, es considerada tal vez la que ofrece los mejores baños y la Verde debe su color a la presencia de algas termófilas.

Hay otras fuentes y vertientes de agua para beber, que por sus características termales y usos se llaman: “De Vichy”, “Sulfurosa”, “Del Limón” y “Del Mate”. En una de ellas, no recuerdo cual, la gente se sienta en el borde para mojar sus pies. En otra, a la cual le dicen “agua de la vida”, nos llamó la atención como una pareja de ancianos tomaba agua y después de cada sorbo suspiraban fuerte; en sus caras se notaba la fe que ponían en ese acto.

Al centro se observan las piletas a cielo abierto del Complejo Termal

El sol ya caía y  nosotros estábamos apurados por tomar algún baño. Los minutos jugaban en contra porque al día siguiente nos iríamos de Caviahue hacia Villa Pehuenia.

Averiguamos como funciona el sistema: para tomar baños en las piletas al aire libre es necesario someterse a un control médico muy rápido y gratuito y con eso uno tiene derecho a permanecer 15´en el agua y si la intención es hacer algunos de los tratamientos que ofrecen en el Centro de Balnoterapia, el examen médico es más detallado y cuesta 20 pesos.

Corriendo contra reloj, con alguna mochila al hombro y sucios porque recién llegábamos del trekking al hito, constrastábamos contra el resto de los turistas, en su mayoría de la tercera edad, que ocupaban todas las salas de espera para tomar los baños bajo techo. Salvando las distancias parecíamos mendigos en el hall de un hotel de lujo.

Pasamos el examen médico y con nuestra declaración jurada nos dirigimos a la laguna Verde, disconformes porque sólo dispondríamos de 15´. Acostumbrados a las termas naturales pensábamos en disfrutar del agua caliente relajante.

Presentamos nuestros papeles y el encargado nos indicó el lugar para cambiarnos: el depósito donde guardaban las reposeras en el cual el olor a humedad y al agua termal se hacían sentir.

Mientras nos cambiamos el sol se había ocultado detrás del Volcán y la temperatura cayó varios grados en pocos minutos. En el agua no había nadie y cuando entramos tomamos conciencia de nuestro error de apreciación, el agua tenía alrededor de 25 grados.

La profundidad es de más o menos 1,20 mts y entonces comenzé a nadar pecho para combatir el frío, lo cual sirvió para que el encargado me pregunte si había leído el cartel a lo cual respondí que “sí” y continué nadando. Otra vez me pregunta lo mismo y me hace señas de que vuelva a leer el cartel: ahí figuraba la prohibición de hacerlo y la temperatura del agua que también habíamos omitido mirar.

Antes nos quejábamos porque 15 minutos nos parecían poco pero ahora contábamos los minutos que faltaban para llegar a ese tiempo. Por una cuestión de amor propio no salimos antes y aprovechamos cada distracción del encargado para tratar de nadar.

Mientras “disfrutábamos” de nuestro baño veíamos como una pareja, atendida por varias señoritas, tomaba baños en una pileta de hidromasaje bajo un techo vidriado y con ambiente climatizado.

Con los pies tratamos de encontrar los lugares donde brotan burbujas de agua caliente a una temperatura muy alta y nos quedábamos cerca.

Por fin se cumplió el tiempo y empezamos a salir escalonadamente porque no teníamos toallones para todos. Hacía mucho frío pero nos habíamos dado el gusto de usar las termas; solamente había que sobrevivir en los tramos pileta - “vestuario” y hacia el auto, que habíamos dejado a más de 100 mts. Nuestro abrigo: remeras de mangas cortas.

Dijimos adiós a Copahue y regresamos en busca de nuestra cabaña donde nos esperaba un buen baño de agua caliente, sin algas ni propiedades terapéuticas pero más confortable.

Quiero aclarar que este es simplemente el relato de nuestras actividades y que en folletos, Internet, etc. es abundante la información sobre las características y tarifas de los tratamientos termales.

La rutina de noches anteriores: visita al supermercado, llamadas telefónicas, cena en la cabaña, tv y a dormir.

 

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