PIEDRA DEL FRAILE

 

 

 

Otro día decidimos hacer una caminata a la zona conocida como “Piedra del Fraile”.

 

Fuimos en el auto por la ruta que conduce a Lago del Desierto y lo dejamos en el puente del Río Eléctrico, a 17 km de El Chaltén.

 

La caminata es fácil, prácticamente sin desniveles que sortear y la distancia recorrida entre ida y vuelta es de 12 km que se desarrollan íntegramente en terrenos privados de la estancia Ricanor de la familia Arbilla.

 

El sendero al principio remonta la margen derecha del río Eléctrico y luego se dirige hacia el sudoeste por el antiguo cauce del río Blanco.

 

Para evitar que los caminantes pierdan la senda, se han colocado pequeñas pirámides de piedras que marcan el camino.

 

Una vez que se supera ese sector, la senda se dirige hacia el último espolón del Cerro Eléctrico y se interna en el bosque de lengas.

 

Luego el sendero corre bien marcado y encerrado a la izquierda por el Cerro Eléctrico y a la derecha por el río homónimo hasta llegar a Piedra del Fraile.

 

La zona recibe este nombre porque es una especie de isla rocosa y forestada donde el Padre Alberto De Agostini se refugiaba de los vientos huracanados que bajaban del Paso Marconi. Allí estableció el campamento base para algunas de sus exploraciones.

 

El camping es privado y se llama “Refugio Los Troncos”.

 

Era atendido por la hija del propietario de la estancia Ricanor que además de cobrar por el acampe, preparaba comidas por encargo para comer en su pequeño pero acogedor comedor, tapizado de fotografías y posters de expediciones que acamparon en el lugar antes y después de coronar los cerros vecinos.

 

Las cabañas, que otras veces podían alquilarse para pernoctar, estaban cerradas.

 

El refugio se abastecía desde la estancia mediante cuatriciclo y contaba con equipo de VHF.

 

Charlando con la joven tomamos conciencia que estábamos muy cerca del Lago Eléctrico y que el glaciar que teníamos al frente era el Glaciar Marconi, puerta de entrada a los Hielos Continentales.

 

A nuestra derecha, mirando hacia los Hielos, teníamos el cordón “30 Aniversario” y a nuestra izquierda el Paso del Cuadrado y la agujas Mermoz y Guillaumet.

 

Lamentablemente las nubes bajas no permitían disfrutar de las vistas como hubiéramos querido.

 

Subimos a las rocas y aprovechando uno de los escasos momentos en los cuales brilló el sol, hicimos el picnic.

 

PICNIC EN PIEDRA DEL FRAILE

 

No nos daba el tiempo para llegar hasta el Glaciar Pollone pero igualmente avanzamos remontando el río Eléctrico por su margen derecha hasta del lago del mismo nombre.

 

El camino atraviesa morenas antiguas y uno se siente empequeñecido frente al tamaño de las rocas esparcidas por doquier.

 

Nos llamó la atención la cantidad de pircas colocadas entre las piedras que parecían innecesarias para transitar por un terreno tan ancho.

 

LAGO ELECTRICO (Al fondo Cerro Marconi y glaciar del mismo nombre - Es punto habitual de salida a los Hielos Continentales que se encuentran detrás)

 

Charlando en el refugio nos comentaron que cuando el viento desata su furia, sin la ayuda de dichas pircas es muy fácil perderse. Los vientos, a veces son tan fuertes que los caminantes revolcados por el suelo.

 

Volvimos al refugio y lamentando mucho no tener la carpa para pernoctar allí tuvimos que emprender el regreso para que no nos agarre la noche en la parte donde es más fácil perder el sendero.

 

CAMPING PRIVADO "PIEDRA DEL FRAILE"

 

Me hubiera gustado cenar y quedarme a charlar en el comedor con la señorita a fines de interiorizarme de historias respecto a la estancia, ascensiones, conflictos limítrofes, etc etc. En la Patagonia todavía uno puede conocer historias contadas por los protagonistas o por sus descendientes directos.

 

Llegamos al auto sin novedad y bajo una tenue lluvia.

 

Comimos algunas galletitas, tomamos un té caliente y regresamos al pueblo.

 

Cuando pasamos frente al desvío que lleva a la Estancia “El Pilar”, dos muchachos nos hicieron dedo. Uno de ellos rengueaba y era ayudado por su compañero.

 

Paramos para levantarlos y nos comentaron que se había torcido un pie intentando una escalada. Con suficiencia agarré sus mochilas para cargarlas en el Kangoo y casi paso un papelón porque me costó levantarlas debido al peso de los mosquetones, piquetas, stoppers, etc etc. Y pensar que con ese peso escalaban y habían caminado unos cuantos kilómetros con el pie lastimado.

 

 

 

 

Atrás Principal Arriba Siguiente