GLACIAR PIEDRAS BLANCAS

 

 

Lunes 23 de febrero

Otra vez amaneció sin nubes y por segundo día consecutivo me quedé dormido sin ver el amanecer.

Preparamos la mochila y los sandwiches para el almuerzo y partimos rumbo al Piedras Blancas.

Cruzamos el río Blanco por el puente de troncos y caminamos por su margen izquierda hasta llegar al arroyo que baja de la laguna del Piedras Blancas, que remontamos por su margen derecha.

Se debe transitar entre grandes bloques de piedras que esconden la vista a la laguna. En el 2002, sin indicaciones claras y disponiendo de poco tiempo, desistimos y volvimos al pueblo. (Ver foto)

Esta vez encontramos pircas (montículos de piedras) que fueron colocados sobre los bloques para marcar el sendero.

Sin inconvenientes llegamos hasta la laguna alimentada por el Glaciar y nos sorprendió la belleza de este lugar.

Laguna y glaciar Piedras Blancas. Al fondo aguja Guillaumet

Sin viento, almorzamos y tomamos sol.  Permanecimos más o menos una hora y media, lapso en el cual fue visitada por cinco personas más.

La mayor parte de la gente que sube del pueblo hasta la Laguna de los Tres y regresa en el día, no tiene tiempo de visitar este lugar.

Volvimos a Poincenot más o menos a las 17 hs y aprovechamos la merienda para “discutir” que cuáles serían nuestros próximos pasos.

Ya habíamos decidido que levantaríamos el campamento y las opciones eran: volver hasta el desvío del sendero que lleva, vía lagunas Madre e Hija, hasta el sendero que va a Laguna Torre y de allí volver a El Chaltén (propuesta de Nora) o bajar directamente al pueblo, opción propuesta por los varones. Ganamos por mayoría. 

Tomamos una última foto apenas salimos del campamento.

Nora, Javier y Pablo 

Emprendimos la vuelta y luego de unas 3 hs estábamos llegando al pueblo. Acampamos en El Relincho y nos dispusimos a disfrutar de una ducha caliente, comida de rotisería y helados artesanales.

 

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