LPEL CHALTÉN - LAGUNA TORRE

 

Sábado 14 de febrero

 

Desocupamos la cabaña y dedicamos el resto de la mañana a preparar mochilas, comprar algunas provisiones y visitar las agencias que organizan el trekking sobre el glaciar Torre.

El clima venía muy bueno y no queríamos dejar pasar la oportunidad de hacer esa caminata con cielo despejado. Existen distintas variantes para contratarla:

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Ir y volver desde el pueblo en el día. Es la más cansadora.

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Contratarla con pernocte en carpa y partir un día antes para dormir en el punto de inicio y luego de la caminata volver al pueblo.

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Contratar solamente la caminata. Nos decidimos por esta opción ya que teníamos todo el equipo de camping y manejaríamos los tiempos a nuestro antojo.

Nos decidimos por la agencia "Fitz Roy Expediciones" de Alberto del Castillo. Se debe abonar por adelantado.

Tendríamos que encontrarnos con los guías el domingo a las 0900 hs en el campamento Thorwood, que se encuentra en medio del bosque a 20 minutos de camino antes de llegar a la laguna Torre.  Es un campamento en medio del bosque, sin vista paisajística y para uso exclusivo delos prestadores de turismo.

Nosotros armaríamos la carpaen el clásico campamento Bridwell (De Agostini), vecino a la laguna.

Dejamos el auto cargado con todas nuestras pertenencias en el estacionamiento de las Cabañas Austral. Sin apuro, partimos después de mediodía bajo un solo abrasador.

La primera y también más pronunciada subida nos hizo transpirar, parando a descansar bastante seguido.

Cerro Torre visto desde el Mirador

Llegamos del Mirador del Torre. Con un día totalmente despejado es un lugar ideal para sacar algunas fotos del Torre y sus agujas vecinas.

Continuamos la caminata, despacio debido al calor reinante y a que viajábamos bastante cargados con la carpa y provisiones para 4 o 5 días. Recordar que en todo el trayecto y en los campamentos, a excepción de Piedra del Fraile, no se pueden adquirir elementos ni encender fuego con leña.

Era la quinta vez que hacíamos este recorrido y si bien conocíamos el camino “de memoria”, era la primera vez que habíamos salido con tan buen tiempo. Nuestro deseo era que por lo menos aguante dos días más.

Si el domingo amanecía feo, no habría posibilidad de cambiar la fecha porque ya habíamos abonado el costo total.

Llegamos temprano al campamento, dejamos las mochilas en el lugar donde pensaríamos armar la carpa y enseguida nos fuimos a subir la morena que nos separa de la laguna. Estaba totalmente planchada porque no había viento. En el relato Patagonia 2002 hay un cuadro comparativo con fotos en ese mismo lugar y bajo distintas condiciones climáticas.

Laguna Torre al atardecer

El campamento cuenta con una sola letrina.  El agua para la higiene personal y para cocinar se obtiene del río Fitz Roy que corre a pocos metros de las carpas.

Armamos la carpa asegurándola bien porque nunca se sabe cuando se desatarán los vientos huracanados. Esta carpa, además de ser más baja, tiene faldones en todo su perímetro, que fijamos apoyándole piedras encima. En montaña si el piso es duro, se hace imposible clavar estacas.

Nos quedaba todo el atardecer libre para caminar a orillas de la laguna contemplando el paisaje. Fuimos a ver el nacimiento del río Fitz Roy que cruzaríamos el domingo mediante un tirolesa doble que se encuentra montada en forma permanente.

Aprovechamos a comer con luz natural y luego disfrutamos de un atardecer mágico con los últimos rayos de sol iluminando los picos de todas la agujas.

Cerro Torre y agujas vecinas 

Enseguida la temperatura bajó unos cuantos grados y nos dormimos arrullados por el sonido permanente del río.

 

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