PRÓLOGO 

En febrero de este año junto a mi familia hicimos un viaje por el Noroeste Argentino (NOA) y tocamos un poco del norte de Chile.

Recorrimos alrededor de 6000 km, de los cuales muchísimos fueron de ripio y salares, etc..

Estuvimos casi 15 días viviendo entre los 3500 y los 4800 msnm.

Disfrutamos de las soledades más absolutas, paisajes hermosos donde el verde de la vegetación prácticamente no existe, donde nos sentimos cerca del cielo y donde parecía que las nubes se podían tocar con las manos.

Convivimos con volcanes apagados, mudos testigos de un mundo cataclísmico y con otros volcanes que están vivos, dejando ver el humo que sale de sus entrañas.

Nos deleitamos con el plumaje rosado de los flamencos en las lagunas de altura, con la silueta graciosa de las vicuñas viviendo a más de 4000 msnm, con los guanacos, las ovejas y las cabras. También algún cóndor, majestuoso con sus alas desplegadas, nos saludó pasando cerca de nuestras cabezas, tal vez observando a quienes osaban invadir su territorio.

En fin.. vivimos momentos inolvidables, de esos que solamente los viajes pueden regalarnos...