OTRA VEZ "EN CASA"
SAL (4)
La ruta del lado argentino es nueva y el paisaje es puneño.
El tiempo pasa rápido porque circulamos a muy buena velocidad.
Tocamos el Salar de Olaroz.
Paramos un rato en Susques un rato. Lo recorremos y visitamos sus Iglesias.
Seguimos viaje para detenernos en las Salinas Grandes.
Las Salinas Grandes son un espectáculo en sí mismas y pueden disfrutarse desde
el camino asfaltado que, corriendo sobre un terraplén, pasa por el medio. Se
encuentran a 3500 msnm y sobre la ruta que une Purmamarca con el Paso de Jama.
Dependiendo de la época del año se las puede encontrar inundadas, con los
piletones construídos y a la espera que el sol veraniego evapore el agua o
también en plena producción.
En el verano de 2006, las copiosas lluvias atrasaron la puesta en marcha de las
faenas y solamente encontramos los piletones llenos de agua ...
Los que en otro momento son operarios, ahora hacían artesanías a partir de
bloques de sal o del tallado de la piedra.
Sobre el blanco casi inmaculado, se distingue la sombrilla de colores y las
bicicletas con las cuales atraviesan la superficie salina.
Se preparan ladrillos de sal que esperaban ser cargados...
En esa oportunidad anduvimos con el Kangoo por sobre la sal y los turistas que
querían disfrutar de una caminata bajo el sol , podían hacerlo.
Uno se siente insignificante frente al "mar" de sal...
Demás está decir que es necesario contar con protección ya que el sol es
impiadoso y el reflejo es extremo. Los devenidos artesanos cubren totalmente su
cuerpo dejando solamente los ojos sin tapar.
Para distinguir el relieve de la sal, es conveniente llegar de mañana temprano
o al atardecer ya que se requiere que los rayos del sol caigan oblicuos mientras
que al mediodía, con el sol en el cenit, la superficie se visualiza totalmente
plana.
En esta oportunidad pasamos al atardecer y encontramos las salinas en plena
producción , con camiones y máquinas trabajando.
De un lado del terraplén todo era agua, como una inmensa laguna ....
.....mientras que del otro lado la ausencia de la mismas permitía desarrollar
las tareas de recolección.
Los montículos de sal esperando el transporte ..
La vasta planicie salina incitaba a dejar volar los sentidos.
Nora en plena tarea de contemplación ...
Los charcos de agua, oficiando de espejo, reflejaban las nubes...
Espero que les haya gustado y que las fotografías puedan transmitir aunque más
no sea una parte de la belleza de estos parajes y sirvan de impulso para que
otros viajeros puedan apreciarla con sus propios ojos.