ETAPA 6
San Antonio de los Cobres
Nota: San Antonio de los Cobres y el Viaducto "La Polvorilla" fueron visitados también en los años 2007 y 2008 por lo cual hay más fotografías en los Relatos de Viaje titulados : SAN ANTONIO DE LOS COBRES 2007 y SALTA 2008 .
Martes 19 de febrero
Luego de
un día “matador”, nada mejor que dormir hasta tarde.
El plan era subir hasta el Abra del Acay y regresar a SAC y luego ir a visitar
el Viaducto “La Polvorilla”. Durante el año 2007 y a consecuencia de la
suspensión de los vuelos de Aerolíneas pude hacerme una escapada hasta Cobres y
visitar ambos lugares. Ver Relato de viaje SAN
ANTONIO DE LOS COBRES 2007 .
El Abra la dejamos de lado porque las nubes, con pinta de tormentosas, estaban
estacionadas justo a esa altura y seguramente, además de ser peligroso, no
tendríamos ninguna vista interesante.
Almorzamos un guiso exquisito en el Club Güemes, pagando precios que resultan
irrisorios para lo que se paga en Buenos Aires.
Con mucho tiempo por delante rumbeamos por la ruta 51 para el viaducto La
Polvorilla.
A la salida de SAC ya pasamos debajo de uno de los numerosos puentes del
ferrocarril ...
Tomamos el desvío que pasa frente a Mina "Concordia" y lleva hasta el viaducto.
Viaducto La Polvorilla es el nombre que recibe el más conocido de los elevados puentes por los cuales transita el ramal C-14 del Ferrocarril General Belgrano de la red ferroviaria argentina. Está ubicado en 24°12′9.6″S 66°24′52.6″O, en la provincia de Salta al ingreso de la región puneña de Jujuy, unos cinco kilómetros al este de la localidad de Chorrillos. Una decena de kilómetros al
noroeste se encuentra San Antonio de los Cobres, a poco de atravesar la
llamada Cordillera Oriental por un abra que la separa de la llamada
Sierra de los Pastos Grandes. Desde su inauguración alrededor de 1930 fue considerada una obra monumental de ingeniería, transformándose en un atractivo turístico. En la década de 1970 la empresa Ferrocarriles Argentinos ideó un servicio de pasajeros turístico, el Tren a las Nubes, con término poco más allá de La Polvorilla.
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Aprovechamos para subir hasta las vías, siguiendo las escaleras que parten desde el nivel del suelo.
Se observa la curva ...
Nota: A pesar de estar prohibido, existe un camino que asciende lentamente por un costado (del lado de SAC) que permite acceder a las vías y transponer el puente. En muchos foros de 4x4, existen fotos que testimonian ésto.
Se lo trajo desarmado, cual
“mecano gigante”, desde Europa (Italia) y se lo emplazó en el lugar y todo
coincidió a la perfección.
Se observan los remaches ...
Tanto desde abajo como desde arriba, las vistas son imponentes.
Desde arriba se ve el Kangoo muy chiquito, abajo y a la derecha de la foto ...
A pie del Viaducto se pueden comprar algunos alimentos, artesanías y ver como una señora arma los ovillos para luego tejer prendas típicas.
Como no podía ser de otra manera, una tormenta cercana me hizo bajar rápidamente
del Viaducto ya que en el punto de observación hay un mástil, punto más elevado,
en cuyas cercanías “se escuchaba el sonido de la estática”. Me imaginaba como un
pararrayos “con patitas” y no quería comprobar si era capaz de atraerlos.
Para los que no conocen la Puna cabe acotar que son comunes las tormentas,
incluso sin lluvia y totalmente locales ya que a pocos cientos de metros puede
estar brillando el sol.
La nueva traza de la RN 40, aumentada a 5000 km con fines de promoción
turística, pasa por debajo del Viaducto. De esta forma todo viajero que quiera
recorrerla en su totalidad va a pasar por debajo de este majestuoso puente.
Quisimos ver el paisaje más allá de la Polvorilla para lo cual intentamos
avanzar por la ruta, que figura en los mapas como ruta 74, pero las lluvias
recientes la habían dejado intransitable para un vehículo como el Kangoo.
Esa ruta pasa por el pueblo de “Sey” y llega hasta Susques, donde empalma con la
ruta asfaltada que va a Jama o a Purmamarca.
Hicimos un centenar de metros y pegamos la vuelta ...
Una imagen del Google Earth en la cual se observa el Viaducto ...
Es
evidente que para recorrer con tranquilidad estos lugares, el verano no es la
época indicada.
Emprendimos la vuelta y entramos a conocer, a pesar del cartel que lo prohibe,
las instalaciones de la Mina “Concordia”, que contaba con estación propia.
La explotación de las minas de plata y plomo de la región de San Antonio de los Cobres, cuyo mejor ejemplo es la mina Concordia que se comenzó a explotar a mediados de 1600, fue otra de las actividades mineras que hizo crecer importantes comunidades a su alrededor. A fines del siglo XIX exportábamos a Europa lingotes de plomo, plata, zinc y antimonio producidos en los hornos de fundición próximos a San Antonio de los Cobres. En este lugar aunque quedan en pié
las paredes de aproximadamente 30 casas pertenecientes a la Mina
Concordia, cuyo nombre dio origen a la denominación de la estación
ferroviaria, la cual fue abandonada como consecuencias de grandes
inundaciones atribuibles a la presencia de un ojo de agua. Se trata de los depósitos de las
gangas, es decir mineral inservible, extraídos de los socavones y
galerías de Mina Concordia que se encuentra exactamente bajo el punto
donde se detuvo el tren. Fue abandonada luego y reactivada a principios de la década del ochenta. El pique de las minas desciende 150 metros debajo de las vías del ferrocarril que en éste lugar corren a 4144 metros sobre el nivel del mar.
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Se puede
acceder con el vehículo pero dejamos el Renault sobre la ruta ya que hay que
caminar no más de trescientos metros.
La mina y estación vista desde el Google Earth ...
Nos mantuvimos sobre lo que era la estación sin ingresar a las instalaciones
mineras.
Resto de las instalaciones abandonadas ...
Disponiendo de más tiempo y de “más espíritu de investigación”, debe ser una
experiencia interesante.
Es imposible no maravillarse por la obra monumental del ramal C-14.
Volvemos sobre nuestros pasos y nos detenemos en el pequeño cementerio de Mina
Concordia, donde reposan restos de trabajadores de la mina y de algunos que
perdieron la vida en la construcción del Viaducto "La Polvorilla".
Tanto en la Puna como en la Patagonia no deja de sorprenderme la sencillez de las tumbas ...
Volvimos a SAC y ya veíamos que a lo lejos las nubes presagiaban tormenta ...
Llegamos a San Antonio de los Cobres y fuimos a ver el pueblo desde lo alto, en las últimas curvas de la RP 51 cuando viene de la ciudad de Salta.
CLICK para ampliar (imagen compuesta tomada en otra oportunidad)
Desde el Google Earth ...
Otra vista en la cual se ven al fondo de la imagen las Salinas Grandes (Jujuy) ...
Es notable la resolución y el nivel de detalle del Google Earth, con fotos del año 2011 ...
Decidimos visitar la estación del ferrocarril.
Palancas de cambio de vías y al fondo. sobre la RP 51, Viaducto ...
Cuadro de distancias ...
De las casas vecinas empezaron a venir chicos, primero pidiendo golosinas pero
al rato ya estábamos charlando y jugando, sobre todo Nora que a la distancia
parecía una mezcla de maestra jardinera y maestra de primaria.
Pablo mientras tanto hacía equilibrio en la vía ...
Por suerte teníamos una bolsa de caramelos que dejó contentos a todos los chiquilines.
Una sonrisa que vale más que mil palabras ...
Luego de compartir un rato largo con ellos resulta conmovedor notar con que
sinceridad y bondad agradecían el tiempo que le habíamos dispensado y nos
deseaban un feliz viaje.
Desde la estación se tiene una visión panorámica del pueblo y se nota que la
tormenta ya está cerca ...
Existe un
alojamiento muy bueno, que se distingue del resto y cuyos precios son “elevados”
para lo que es la zona. Se llama “Hostería de las Nubes”.
Siguiendo con la rutina, el cielo empezó a cubrirse por los cuatro costados.
Los rayos y truenos empezaron a regalarnos su “sinfonía”.
Esta vez no fue un amague, llovió en serio durante casi una hora, con pequeño granizo incluído.
Impresionaba ver los rayos que caían por doquier y no me hubiera gustado estar “en medio de la nada”, rezando para no ser blanco de ellos. Como espectáculo, fue maravilloso y daba ganas de “aplaudir de la madre naturaleza”.
Unas exquisitas empanadas en el Club Güemes pusieron fin a un día con poco viaje
pero con muchas emociones.