CÓRDOBA - SAN LUIS - 2008
(Valle de Calamuchita - Merlo)
Fecha: mes de noviembre - diciembre de 2008 | |
Participantes: Mi esposa Nora y yo | |
Medio de transporte: Lada Niva 4x4 modelo 1994 | |
Alojamiento: Cabaña | |
Distancia recorrida: aproximadamente 1700 km | |
Problemas mecánicos: ninguno | |
Fotografía: cámara fotográfica digital PANASONIC LUMIX FZ8 |
Con muy pocos
preparativos y debido a la obligación de Nora de tomarse una semana de
vacaciones no usufructuadas oportunamente, partimos en la Niva sin rumbo fijo
hacia la Provincia de Córdoba. Como siempre, teníamos idea de hacer muchas
cosas: recorrer unos cuantos caminos de ripio, bajar caminando a Pueblo
Escondido, subir el Cerro Champaquí (el más alto de Córdoba), etc. etc.
Terminamos recorriendo muy poco y haciendo bastante "fiaca",
en una mezcla de paseo y "luna de miel" ya que viajamos sin nuestros hijos.
He aquí un breve relato, acompañado por algunas
fotografías....
Sábado 29 de noviembre
Partimos a mediodía y llegamos al atardecer a la ciudad
de Río Cuarto (Pcia de Córdoba).
En el trayecto soportamos varias tormentas pero por
suerte no nos visitó el granizo, viajando con mucho viento de frente y sin
sufrir calor.
Al arribar a la entrada de Río Cuarto, quise sacar la 5ta
velocidad y el embrague no funcionaba.
Temiendo lo peor, me detuve en la banquina y pude
comprobar que no se había perdido líquido del circuito. Los cambios entraban con
el motor parado.
Decidí poner 2da marcha con el motor apagado y encenderlo
para así recorrer los 2 km que nos separaban del hotel.
Ya tenía pensado recurrir a la Agenda Nivera pero .....
en algún lugar de mi casa la dejé olvidada.
De casualidad pasamos frente a la Estación de Servicio
del ACA y con uno de los empleados pudimos detectar, cuando ya nos dábamos por
vencidos y me invadían los peores pensamientos, que se había salido uno de los
dos tornillos que lleva el bombín de embrague y que, sostenido por uno solo, se
había desaliñeado y por eso no trabajaba correctamente. Me volvió el alma al
cuerpo.
Me recomendaron un mecánico que me atendió a pesar de ser
horario no laborable e improvisando pudimos colocar otro tornillo, a modo de
"clavo" ya que la rosca estaba "zafada" y era imposible enroscarlo. Pensada como
una solución de compromiso, hoy todavía funciona perfectamente y se "bancó" todo
el viaje sin problemas.
Ahora sí, a buscar hotel y salir a cenar . Era la primera
vez que entraba y pernoctaba en esa importante ciudad cordobesa.
Domingo 30 de noviembre
Partimos con rumbo a ....... nunca sabemos hacia donde
vamos. !!.
Decidimos ir hacia la zona de Villa General Belgrano (VGB),
ubicada en las serranías cordobesas y caracterizada por conservar costumbres
centroeuropeas, principalmente alemanas. Allí se lleva a cabo, entre otras, la
Fiesta de la Cerveza (octubre).
Circulando por las primeras estribaciones serranas, nos
llamó la atención la cúpula de una iglesia y decidimos visitarla.
Un vista de la puerta desde adentro...
Pasamos por distintas localidades veraniegas ubicadas en
los alrededores del Embalse de Río Tercero.
Aprovechando que el sol estaba fuerte pero que no hacía
calor, hicimos picnic durante un par de horas mirando el paisaje desde un
promontorio en la zona de "Villa del Dique".
Visitamos algunos complejos de cabañas de alquiler y,
aprovechando que estábamos en temporada baja, elegimos uno muy bueno: "Terrazas
de Belgrano", sobre la Ruta 5 en VGB.
Disponíamos de una cabaña con una vista hacia el pueblo,
valle y cordón de las Sierras de los Comechingones (Champaquí incluído), piletas
climatizadas (abierta y cerrada), desayuno, Direct TV, etc, etc. a un precio más
que conveniente. En verano las tarifas se duplican e incluso llegan casi a
triplicarse.
Acá puedo decir que empezó nuestra "debacle" y esos
deseos de viajar, caminar, trepar, etc. etc. empezaron a derrumbarse: imposible
no sucumbir frente a tanta comodidad. Perdimos las ganas de armar valijas para
seguir durmiendo en distintos lugares. Decidimos quedarnos tres noches y salir a
dar una vuelta durante las tardes para volver, con los últimos rayos del sol, a
disfrutar del atardecer, remojados en el agua caliente de la piscina.
Después de todo....., estábamos cansados del trabajo de
todo el año y no había programa que cumplir..... !!.
Cenamos "goulash con spaetzle" en un restorán alemán y
pusimos fin a un día muy lindo, que incluyó pocas horas de viaje y una tarde de
relax en la pileta.
Lunes 01 de diciembre
A mediodía decidimos salir a pasear.
Para ir hacia la zona del Cerro Los Linderos y del
Champaquí teníamos que recorrer 80 km, de los cuales sólo 40 son de asfalto.
Teníamos dos problemas: lo avanzado de la hora y que esa
zona se veía, a la distancia, tapada por nubes.
Partimos hacia Villa Alpina, poblado de montaña, que no
habíamos visitado en nuestro anterior viaje.
Se sale por la ruta que va hacia La Cumbrecita y luego se
toma un desvío.
La ruta se interna en zonas donde hay emprendimientos
forestales.
El camino es de ripio, sinuoso y en algunas partes la
piedra se encuentra "lavada" por las recientes lluvias, resultando apto para
hacerlo en automóvil pero a fuerza de "castigarlo" bastante. Es un placer
manejar utilizando la baja ya que se puede circular ágilmente y sin hacer
trabajar al embrague.
Por momentos el sol desaparece bajo las nubes grises.
Dejamos atrás los árboles y salimos a un sector
"despejado", como circulando por un filo. Al frente tenemos el cordón montañoso
más alto de la Provincia.
Villa Alpina es el punto de partida para las ascensiones
al Champaquí, las cuales insumen entre dos y tres días de caminata.
Desde lo alto se tiene una hermosa vista del río, con una
zona sin corriente y que probablemente sea apta para la pesca de truchas.
La tarde se presentaba muy nublada y no vimos otros
turistas dando vueltas por allí.
Es un poblado muy pequeño, con algunos complejos de
cabañas, un refugio de montaña, comedor y muy pocas casas.
Cruzamos el río por un vado de cemento y aprovechamos la
tranquilidad de estar solos para almorzar (infaltables sandwiches) y disfrutar
del ruido del agua corriendo entre las piedras.
En todo momento tuvimos compañía ya que los pájaros y
aves de rapiña abundan y se acercan, confiados, a escasos metros de nosotros.
Emprendimos el regreso, pasando rápidamente por La
Cumbrecita, ya sin movimiento porque eran más de las 18 horas.
En VGB nos esperaba la piscina de agua caliente y la
comodidad "del hogar".
Un pequeño homenaje a mi "rusa" ...
y al sitio que oficia de punto de encuentro de la comunidad nivera..
Martes 02 de diciembre
Como en los días anteriores, la cama pudo más que
nuestros deseos de pasear.
Otra vez al mediodía partiendo, en este caso hacia
Yacanto de Calamuchita, pueblo distante 40 km de asfalto de VGB y desde el cual
sale el camino de ripio que lleva al Cerro "Los Linderos".
Se ingresa al pueblo de Santa Rosa de Calamuchita y luego
se sigue por asfalto hasta Yacanto. Los últimos kilómetros son muy pintorescos
porque la ruta circula por una pampa de altura, con terreno fértil y sembrados.
Al fondo la Sierra de los Comechingones.
Existen aserraderos ya que las laderas están altamente
forestadas.
Llegamos a Yacanto y nos pareció que era tarde para ir
hasta Linderos y entonces decidimos conocer el pueblo o paraje "El Durazno",
distante 8 km de ripio.
Tomamos el desvío y enseguida empezamos a disfrutar de un
paisaje serrano muy lindo. El camino con alguna que otra bajada y subida va a
cierta altura hasta llegar a un desvío donde a nuestra derecha, en dirección a
las cumbres más altas y bien abajo, se divisan construcciones.
El Durazno no está conformado por casas construidas una
al lado de la otra como en los pueblos sino que son lotes muy grandes y por lo
tanto las edificaciones están bastante separadas: las hay para turismo, vivienda
permanente y otras dedicadas a la explotación maderera.
Como en todos estos valles, abajo corre un río de aguas
cristalinas. En fin, estamos en las Sierras de Córdoba y los ríos, con poca agua
y muchas piedras, son un deleite para pasar el día o hacer un picnic.
Cabe la salvedad que esos ríos, normalmente mansos, se
convierten en torrentes arrolladores cuando llueve en las cumbres altas. Son
crecidas que duran poco, generalmente algunas horas, y se llevan todo lo que se
interponga en su curso.
Cruzamos el rìo por un vado de cemento y subimos parte
del faldeo para ir a ver unas cabañas con cuyos dueños me había contactado por
internet. Eso me permitió ganar altura nuevamente y ver El Durazno desde el
oeste.
Un jinete con sus perros, compañeros fieles que lo siguen
a todas partes.
Otra vez hacia abajo y llegó la hora del picnic a orillas
del río.
Estuvimos un par de horas y solamente pasaron dos
vehículos: una pareja de turistas y un camión, viejo y desvencijado, pero noble
y que haciendo un esfuerzo supremo cargaba una cantidad importante de rollizos,
con destino al aserradero que está en Yacanto.
Emprendimos el regreso pero lo hicimos por otro camino.
En este caso fuimos por el ripio con destino a San Miguel de los Ríos y Atos
Pampa, éste último un poblado que está camino a La Cumbrecita.
Una última mirada a El Durazno, zona que me gustó mucho.
Dejando Yacanto la ruta se hace de ripio y comienza a ser
más sinuosa.
Nos llama la atención la cantidad de cabañas que se están
construyendo para fines turísticos.
Vemos un desvío, generalmente siempre consisten en una
bajada pronunciada hasta las orillas de un río, que nos depositó en San Miguel
de los Ríos, pequeño poblado que no conocíamos y que debe cobrar vida cuando
llegan masivamente los turistas veraniegos. Tranquilidad y sombra es lo que
abunda.
Estaban arreglando un vado y reforzando las paredes del
río ya que se notaban las señales que había dejado una crecida reciente.
Otra vez a subir dos kilómetros hasta la ruta para seguir
viaje. En este caso tuvimos que recorrer unos cientos de metros a paso de
hombre, mejor dicho de vacas, ya que encontramos un arreo sobre el camino.
Retomamos la ruta y ahora la traza se interna entre
bosques, haciéndose más sinuosa y angosta. Nada del otro mundo y apta para todo
tipo de vehículos, a pesar que las últimas lluvias había lavado el ripio,
dejando partes con piedra al descubierto.
Cruzamos el puente sobre el Río Blanco.
El río, como siempre, invita al descanso.
Los últimos kilómetros, con camino ancho y en mucho mejor
estado, preanunciaban que estábamos por llegar a un pueblo, en este caso Atos
Pampa.
Pasamos de largo y seguimos rumbo a VGB. Como se estaba
haciendo costumbre, la perspectiva de la piscina de agua caliente y el disfrutar
de un hermoso atardecer visto desde lo alto del faldeo, no eran para
desperdiciar.
Cena en la cabaña, TV y a dormir.
Miércoles 03 de diciembre
Abandonamos VGB y nos fuímos a "internar" en el Complejo
"Suites de la Colina" de La Cumbrecita.
Son cuatros suites construídas a partir de un restorán de
montaña.
Tuvimos la suerte de poder ocupar la Nro 4, la más
confortable y nueva y que estaba disponible solamente por una noche.
Es alojamiento exclusivo para parejas ( ventaja de tener
hijos grandes), con amplios ventanales que permiten ver el pueblo y las
montañas, en este caso muy cercanas, desde toda la habitación, incluyendo la
cama y el hidromasaje doble. Equipo de sonido, TV 29", dvd, frigobar, etc. etc.
hacen que sea un lugar inolvidable para disfrutar "con la patrona".
www.suitesdelacolina.com.
El dueño, desde muchos años ligado a la actividad 4x4, me
comentó que hace unos años Lada Argentina le facilitó dos Nivas para probarlas
por la zona y que se sorprendió gratamente por su desempeño.
Hicimos una escapada vespertina hasta el "Peñón del
Aguila", emprendimiento inmobiliario, reserva y especie de parque temático que
el Consorcio Roggio construye en la zona. No nos animamos a tirarnos por las
tirolesas ya que si sufríamos alguna lesión, por mínima que fuera, se nos
complicaba el regreso con el vehículo.
De este día no hay fotos disponibles.
Jueves 04 de diciembre
Amanecimos en la "Suite de la Colina" (La Cumbrecita) y
con mucha pena empezamos a preparar el equipaje ya que no existía la posibilidad
de quedarnos una noche más porque había reservas.
Disfrutamos de un desayuno que no tiene nada que
envidiarle al que sirven en un hotel 5 estrellas.
¿ Y ahora que hacemos ?. y..... no sé. Esa pregunta y esa
respuesta son una constante en nuestros viajes y representan la fórmula de la
improvisación total.
Decidimos pegar la vuelta para VGB, aclarando que
habíamos estado mirando otras cabañas para quedarnos algún día más en
Cumbrecita.
Pasamos por la Villa cerca del mediodía y así, sin
pensarlo mucho, decidimos partir para Merlo, por el camino de ripio llamado "Transcomechingones".
Esa ruta, sobre la cual la Provincia de Córdoba no hace esfuerzos notables por
mantenerla, permite pasar del Valle de Calamuchita a Merlo (San Luis) sin dar la
vuelta por la Ruta de las Altas Cumbres (asfaltada) ya que es mucho más corta.
El tema es que varias ciudades importantes desde el punto de vista turístico de
la provincia mediterránea (Córdoba) dejarían de ser "paso obligado". El gobierno
puntano (San Luis) ofreció pagar la pavimentación de dicho camino, a pesar de
estar en otra provincia.
Me habían dicho que una semana antes la recorrieron con
auto de calle sin ningún problema y que estaba excelente.
Seguramente a causa de las lluvias torrenciales nosotros
la encontramos muy desmejorada, con pasos difíciles para un auto de calle y más
aún con poco despeje ya que la piedra se encontraba "bastante lavada".
Para la Niva, con baja, no era un obstáculo importante.
En esos lugares es donde la doble tracción y sobre todo
la baja permiten transitar despacio, en forma segura, y sin castigar al
embrague.
A pesar de llevar gps y de tener una notebook con los
mapas cargados, salimos "a la buena de Dios".
No sabía cuantos kilómetros eran ni tenía waypoints
marcados.
Sabíamos que teníamos que ir hasta Lutti, imaginando que
se trataba de un pueblo.
Como era de esperar, dos veces erramos el camino ya que
no está bien señalizado y probablemente la opción más común sea llegar desde el
sur (Embalse Río Tercero) y no desde el norte como veníamos nosotros.
Nos pasamos de largo un desvío y preguntando a gente que
andaba con otra camioneta nos indicaron un camino, cuyo cartel decía "Merlo, apto
4x4". Con poca convicción lo tomamos y después de 4 km llegamos a la Estancia
"Río Quillinzo". Nos atendieron muy bien y nos indicaron la ruta correcta ya que
la que habíamos recorrido iba hacia los famosos "Caracoles del cerro Áspero".
Desandamos camino y encontramos el cartel que viniendo
desde el norte no habíamos visto.
Ahora sí, estábamos sobre la senda pero eran más de las
14 horas y hacia la montaña se veían nubarrones importantes.
Parece mentira que la impaciencia me llevara a viajar sin
usar el gps que tenía encima pero ... es lo que hay .. y así somos felices.
El camino se vuelve muy sinuoso y encontramos varios
autos que venían en sentido contrario. Como es habitual en esos parajes, autos
de mecánica sencilla y sin electrónica: Renault 12, Peugeot 504 y Dodge 1500.
Varios de ellos eran conducidos por mujeres, que por su indumentaria seguramente
eran maestras.
También cruzamos motos de alta cilindrada y placa patente
extranjera que venían de Merlo.
El camino se abre y ya no hay tránsito. El paisaje es
cada vez más lindo.
Lutti no aparece y no se ven pueblos en los alrededores.
¿ Cuántos kilómetros faltarán ?. No lo sabemos.
Por allí un camino se abre a la derecha y cuando llegamos
vemos el cartel .. estamos en Lutti. ¿ Y el pueblo ?. Se trata de un paraje con
escuela, destacamento policial y algunas chacras y.... como en todas las
Sierras.... con un río hermoso.
Bordeamos el río unos cientos de metros y encontramos
gente que, como es habitual, enseguida se acerca a saludar y conversar.
Uno era el dueño de la casa que estaba enfrente y que
oficia de camping o lugar de picnic.
Le compramos dos kilos de nueces cosechadas en su finca y
charlamos un rato.
Cuando estábamos degustando un exquisito menú consistente
en... los sandwiches de siempre con Pepsi Cola.. se acerca el otro señor y nos
ofrece en venta números de una rifa para beneficio de un centro tradicionalista
de la localidad de La Cruz.
Como era de esperar le compramos dos números, que
sortearán el 26 de diciembre próximo, a 800 km de casa.
Si la diosa fortuna nos señala como los ganadores,
surgiría un problema para cobrar los premios ya que éstos son terneros, lechones
(cerdos) y cabritos .. VIVOS ..
Cuando vimos el cartel que indicaba 50 km hasta Merlo
caímos en la cuenta que podíamos ir más despacio y que nos sobraría tiempo ya
que los úlitmos 10 km son asfaltados.
Empezamos a disfrutar aún más el recorrido.
ç
Las subidas y bajadas son permanentes y solamente algunas
tienen pendientes importantes.
Pienso que en el estado en que nosotros lo encontramos no
es un camino para recomendarle a conductores que vayan en autos y que tengan
poca experiencia en montaña.
Pasamos por alguna estancia y se ve ganado ovino y
bovino.
Por momentos se ve sólo piedra pero los espacios verdes
no tardan en aparecer.
Vemos los carteles que indican "Los Vallecitos" pero no
nos desviamos. En esa zona, si no recuerdo mal a 6 km, hay cabañas pero no
llegamos hasta allí.
De esta zona sale el camino que baja al Pueblo Escondido, en
la ladera opuesta a los Caracoles.
Vemos el cartel que señala el desvío para entrar al
Puesto "El Tono" y lo tomamos.
Son 2 km, de los cuales hay algunos tramos sobre piedra.
Desde este Puesto se puede bajar caminando al Pueblo
Escondido o llegar hasta el Salto del Tigre.
Vemos el Puesto y a lo lejos el camino serpenteante de
Los Caracoles.
A la izquierda el desvío a Pueblo Escondido desde La
Comechingones y a la
derecha Los Caracoles.
Una vista más cercana ...
Los faros lustrados permiten "capturar las nubes", que
viajan con nosotros.....
Pero el cielo por momentos amenaza con una lluvia, que
por suerte no llegó..
Seguimos viaje por la cima de las Sierras, a 2000 msnm.
El paisaje es muy lindo y se nota que las cumbres están
muy cerca.
Llegamos al filo y al frente se ve el verde de la llanura
de San Luis...
Bien abajo, recostada contra las sierras está la Villa de
Merlo.
La vista es muy linda..
Un camino ancho y de excelente ripìo, apto para todo tipo
de vehículos llega hasta el Mirador del ...... y la confitería. Es un punto de
despegue de alas deltas y parapentes. Mientras merendamos disfrutamos de unas
vistas hermosas.
Por estar en el punto más alto, el viento sopla fuerte.
Hasta acá llega gente desde Merlo en todo tipo de
vehículos (cuatriciclos, motos, autos, etc.) ya que es una salida ideal para
hacer a la tardecita. Pensaba volver otro día para disfrutar del atardecer desde
allí pero al final no me dí ese gusto.
Sacamos fotos a los carteles que están en el punto de
entrada (o salida para nosotros) de la Transcomechingones.
Rumbeamos para Merlo y enseguida comienza un excelente
asfalto que desciende alrededor de 1200 metros de desnivel en escasos 10 km: es
sinuoso y se recomienda bajar con freno motor.
Conseguimos alojamiento en el "Chumamaya Country Club",
que ya conocíamos de viajes anteriores.
Nos dieron un chalet con piscina propia a un valor
similar al que pagamos por las cabañas en VGB. Son las ventajas de la temporada
baja ya que esas plazas se cotizan mucho más cuando llega el verano o en
vacaciones de invierno.
Los pájaros nos visitaban durante todo el día ..
Permanecimos en Merlo durante tres noches y solamente
visitamos el centro de la Villa e hicimos una caminata de dos horas dentro del
predio del Country para disfrutar en solitario de la tranquilidad del arroyo.
Mucha fiaca. Después de todo... estábamos de "luna de
miel".
Un atardecer nos regaló estas imágenes....
La última noche fuimos a conocer el Casino y terminamos
bailando mezclados con un contingente, compuesto en su mayoría por jubilados.
Nos sorprendió el crecimiento que experimentó Merlo en
los últimos años.
Domingo 07 de diciembre
Hicimos el enlace Merlo - Villa Bosch (nuestro hogar),
distante más o menos 750 km.
El calor era muy intenso y viajar en la Niva se convirtió
"en un suplicio". Estos son los momentos en los que me asaltan las ganas de
cambiarla por un vehículo más confortable.
Antes que caiga el sol pudimos disfrutar de otro
atardecer, esta vez en la llanura de la "pampa húmeda".
La "rusa" anduvo de maravillas y llegamos con las
primeras horas de la noche ya que habíamos partido bastante tarde.
F I N