ESCAPADA A
SAN ANTONIO DE LOS COBRES (2007)
Fecha: mes de junio de 2007 | |
Participantes: Yo | |
Medio de transporte: VW Golf alquilado en la ciudad de Salta. | |
Alojamiento: Vivenda particular | |
Distancia recorrida: aproximadamente 480 km | |
Problemas mecánicos: ninguno | |
Fotografía: cámara fotográfica digital PANASONIC LUMIX FZ8 |
En el mes de junio de 2007, luego de concluir con tareas laborables en la ciudad de
Salta y obligado a permanecer en esa provincia debido a la niebla que afectaba a
Buenos Aires, impidiendo la salida y llegada de vuelos, decidí hacerme una
escapada hasta San Antonio de los Cobres.
Alquilé un VW Gol 3 puertas y el viernes a las 1500 hs partí con destino a la
Puna. Solamente me detuve en los dos controles de Gendarmería y no paré para
sacar fotos ya que mi intención era llegar con luz de sol.
Dejé atrás Campo Quijano y el camino, que sigue el curso del río Toro, cambió el
asfalto por un ripio malo,con mucho polvo y mucho tránsito de
camiones con acoplado que, coincidentemente, encontraba en las curvas más
cerradas.
Apenas se entra en la Quebrada del Toro, comienzan a verse los viaductos y
puentes sobre los cuales corre el famoso ramal C14, con su versión turística
conocida como "Tren a las Nubes". El tendido del ramal que llega a Socompa, en
el límite con Chile, asombra por la magnificencia de la obra que fue necesario
realizar para sortear formidables obstáculos naturales.
Viaducto sobre río Toro
Cuando se llega a Ingeniero Maury, el ripio deja paso a un expléndido asfalto
que permite circular rápido y disfrutando del paisaje. A mi criterio es la parte
más linda del recorrido, en la cual aparecen las montañas mostrando formas
curiosas y colores impactantes.
Pongo algunas de las fotografías que en realidad fueron tomadas en el viaje de
vuelta.
Algunas formas caprichosas
Algunos colores contrastantes
Aparecen los primeros cardones
Al pie de un viaducto hay tumbas de obreros
accidentados que no se aprecia en la foto debido a la distancia ...
Pasé por las ruinas preincaicas de Santa Rosa de Tastil, que visité a la vuelta.
Los cardones se yerguen como centinelas del
grandioso paisaje
El Nevado de Acay se presenta majestuoso pero sin nieve, a pesar de tener
aproximadamente 6000 mts de altura.
El camino comienza a ascender y atraviesa el Abra Muñano, a más de 4000 msnm. He
visto carteles que la referencian como Abra Blanca.
Nuevamete aparece el ripio, con largas rectas que corren planas por la meseta de
altura conocida como Puna.
La ruta cruza las vías varias veces pero manejo tranquilo porque el tren hace
desde el 2005 que no corre.
Doblando una curva aparece, de golpe y en un pozo, el pueblo de San Antono de
los Cobres. Exactamente tres horas me insumió el
viaje desde Salta.
Una composicxión panorámica del pueblo y alrededores ....
Apenas de esconde el sol la temperatura cae varios grados en forma inmediata.
Me sorprendió encontrar un excelente hotel, llamado "Hostería de las Nubes",
lejos el edificio más lujoso del pueblo.
Solamente hay una calle asfaltada y el resto es de tierra.
Pude sintonizar dos emisoras de FM que propalan música tropical la mayor parte
del día, lo cual las tornó casi imposibles de soportar.
Hace poco llegó el gas natural e Internet.
Por la TV con cable se pueden ver más o menos 30 canales.
Hay una estación de servicio cuyos surtidores están a la intemperie.
Sorprende la ausencia de vegetación
Las noches fueron muy frías, estimando que la temperatura debe haber descendido
hasta los 10 grados bajo cero ya que a las 9 de la mañana el termómetro indicaba
-3 grados.
Permanecí dos noches, alojándome en el Casino de Oficiales de Gendarmería y
cenando en la Hostería de las Nubes.
Hice caso a las recomendaciones de comer poco y solamente ingerí dos exquisitas
empanadas.
El mal de altura o soroche, prácticamente no me afectó más allá de agitarme un
poco al caminar rápido con paso citadino o agacharme.
Así y todo, sin sentirme mal, dormí solamente 3 horas por noche.
El sábado amaneció frío pero hermoso.
Luego de tomar un buen desayuno partí rumbo al Abra del Acay, con la idea de
llegar al abra y retornar por el mismo camino.
Tenía temor de encontrar un camino con mucha pendiente, angosto y en mal estado.
Resultó todo lo contrario a lo previsto.
Se toma la ruta 51, superpuesta con la RN 40, como regresando hacia Salta y a la
derecha sale la 40 con rumbo a la Poma y Cachi.
El ripio no es de lo mejor pero tampoco es malo.
Se pasa por un cementerio y se ve un poblado que, si no estoy equivocado, se
llama Condorhuasi.
El Nevado de Acay domina el paisaje circundante
Los primeros kilómetros transcurren por una recta que sube con poca pendiente
pero al rato aparece la cornisa y se observa, sobre uno de los costados del
Nevado, la linea zigzagueante que indica la ruta hacia el Abra.
Se ven manadas de vicuñas
Los cursos de agua y las vegas están congelados
El camino, en muy buen estado, sigue subiendo gradual pero sostenidamente. Se
adivina donde está el punto más alto e incluso desde lejos se ve hacia arriba la
silueta de un cartel.
El paisaje es maravilloso. Hacia el norte se divisa la línea blanca de las
Salinas Grandes.
El auto me sorprende, funciona igualmente a casi 5000 msnm que en la ciudad de
Salta.
Llego a Abra y veo el famoso cartel, con su inexacta medida.
Algunos clubes y foros relacionados al 4x4 dejaron calcomanías como testimonio
de su paso por la zona.
Estaciono y me bajo.
El sol brilla en lo alto de un cielo de color tan azul como solamente la Puna
puede mostrarlo.
El viento sopla impiadoso, estimo que a más de 60 o 70 km/h. Cuando intento
caminar, las ráfagas me desplazan casi un metro contra mi voluntad. Hace mucho
frío pero puedo soportarlo porque ropa es lo que sobraba.
Me desilusiona la falta de nieve. Pensé que la encontraría aunque más no sea en
la cumbre de los cerros.
Una vista hacia el lado del descenso a La Poma
Otro de los carteles presentes
Una vista del Volcán Tuzgle y del camino de
subida
Una peqeña gruta con la virgen a la cual le
encendimos una vela
Una última foto para testimoniar mi presencia
Emprendemos el regreso y desde el auto saco una foto al Volcán Quehuar.
Bajo disfrutando el paisaje y a mediodía ya estoy nuevamente en el pueblo.
Almuerzo en el Club Güemes, olvidándome de las recomendaciones sobre no cargar
demasiado el aparato digestivo. Una especie de carne a la portuguesa, un plato
de sopa y una banana con dulce de leche me dejaron más que satisfecho y a un
precio irrisorio para lo que sería un restaurante de Buenos Aires.
Nada de siesta. Hay que visitar el Viaducto La Polvorilla ya que el domingo por
la mañana tengo que volver a Salta para devolver el auto a las 14 hs.
Viaducto a la salida de San Antonio de los
Cobres
Se sale por la ruta 51 rumbo a Olacapato pero a poco de andar se toma un desvío
a la derecha que, pasando por las Termas de Pompeya y por la mina abandonada de
La Concordia, pasa por debajo del famoso puente.
Leyendo un ejemplar de la revista Lugares me enteré que esa ruta (creo que la
70) ahora formará parte del nuevo trazado de la RN 40 y pasará por debajo del
mítico viaducto.
El impresionante Viaducto desde abajo
Hay que considerar que en la primera mitad del Siglo XX, fueron traídos desde
Europa los tramos para armarlo.
Algunos detalles constructivos de las torres
Los pobladores de la zona se instalan bajo el puente esperando la visita de los
turistas que ese día fue muy escasa.
Una llama de su propiedad se encariñó con nosotros y posó para la foto.
Después decidimos ir a ver el Viaducto desde arriba.
Retomamos el camino y subimos. No me animé a viajar por las vías ya que había
firmado un talón de tarjeta de crédito con el monto en blanco ý quería evitar
problemas.
La caminata de varios cientos de metros se hizo larga, agravada porque
transcurría a 4200 msnm y el viento soplaba muy pero muy fuerte.
Tuve que bajar el ritmo porque me agitaba mucho.
Dimensiones del Viaducto
Una foto de unn mojón del famoso ramal C14, actualmente en desuso
La construcción debajo del puente puede dar una idea de la altura ...
Recuperé el auto y volví a San Antonio.
Una caminata por la estación, hoy inactiva, me permitió sacar algunas fotos e
intentar imaginar como sería el movimiento de gente y equipos cuando el ramal se
encontraba en su apogeo.
El cartel que anunciaba la llegada al pueblo
Una vista de la estación ..
Las distancias indicadas de manera estándard en
las distintas estaciones del C14
Las vías, mudo testigo de épocas de esplendor,
hoy inactivas
Sufriendo el abandono
Esperando una locomotora
Enseguida llegó la sombra y el frío se hizon sentir.
Unas empanadas y sopa en la Hostería de las Nubes y a dormir. Buehh, es un decir
ya que no pude conciliar el sueño y "disfruté" de la música tropical durante
toda la noche.
El domingo amaneció soleado.
A las 9 hs partí hacia Salta, feliz por haber visitado San Antonio.
Si bien el sol estaba alto y calentaba, la temperatura debía ser baja porque al
intentar usar el lavaparabrisas. el agua al entrar en contacto con el vidrio
frío, se congelaba inmediatamente.
Disponiendo de más tiempo que a la venida, me preparé para disfrutar el viaje de
vuelta.
Hice numerosas paradas para sacar fotos, las mayoría de las cuales están en este
relato.
Una imagen de la ruta
Una típica vivienda puneña
En un paraje, cuyo nombre no recuerdo, una
capilla cerrada fue el objeto de mi foto.
Me detuve en Santa Rosa de Tastil para visitar su museo y las ruinas
preincaicas.
Recomiendo ampliamente visitar el museo y escuchar las explicaciones sobre la
interpretación de las figuras en el arte rupestre de los atacamas.
El camino de cornisa hacia las ruinas nace al costado del cementerio que está
frente a la ruta y es apto para todo tipo de vehículos. Estimo que tendrá más o
menos un kilómetro.
La vista desde el mirador es impactante.
Mi visita coincidió con la presencia del Movitrack, camión reformado para
brindar capacidades de visión y comodidades especiales a los turistas.
Desde lo alto se ve el pequeño cementerio de
Santa Rosa y la ruta 51.
Y hacia atrás se ve ésto ...
Las tumbas impresionan por su sencillez,
constrastando con los cementerios de las grandes ciudades
Otro cementerio a un costado del camino ...
Continué viaje llegando a la capital salteña a las 1400 hs, puntualmente para
devolver el auto.
Fueron dos días muy intensos, en los cuales manejé aproximadamente 500 km y que
me permitieron conocer una parte que no pude visitar en el 2005 cuando anduve
por el NOA.
A pesar que mucha gente dice que en la Puna no hay nada para ver, a mí me
resulta particularmente bello su cielo y su arquitectura y costumbres, detenidas
en el tiempo.
Tengo muchas ganas de volver y seguir recorriéndola.
F I N