PASO DE AGUA NEGRA 

Sábado 11 de febrero

 

 

Con mucha expectativa partimos rumbo a Agua Negra para cumplir con uno de los objetivos del viaje.

Desde Las Flores se toma la RN 150 que permite conectar la provincia de San Juan con la ciudad de Copiapó para acceder a las playas del Pacífico chileno, especialmente a la ciudad de La Serena y puerto de Coquimbo.

El paso internacional permanece abierto solamente durante parte del verano ya que la gran altura a la cual se encuentra implica muchos meses de presencia nívea.

A pocos kilómetros se arriba al puesto de Gendarmería y Aduana de Arrequintín, en el cual se deben hacer los trámites migratorios y aduaneros si se pretende cruzar a Chile.

La ruta, asfaltada, circula por una pampa y va tomando altura en forma sostenida, permitiendo apreciar el macizo cordillerano que se encuentra al frente.

Antes de entrar a la angosta Quebrada de Agua Negra, vale la pena detenerse y contemplar hacia abajo el Valle de Iglesia y reconocer los pueblos por allí diseminados. Se llega a distinguir el Portezuelo del Colorado mediante el cual accedimos a la zona cuando veníamos de San Juan (día 2).  

Se pasa por la zona de EL Arenal.

Si solamente se va a transitar hasta el límite internacional, se informa de esta situación al personal de Gendarmería y no se efectúa trámite alguno.

Cabe acotar que más arriba hay otro puesto de la Gendarmería en el cual se controla que se hayan hecho los trámites pertinentes y para aquellos viajeros que solamente van hasta el Paso y regresan, se les retiene preventivamente el documento de identidad y la cédula verde del vehículo.

Son más o menos 50 km de ruta asfaltada y luego aparece el ripio y la ruta, que sigue el curso de agua que baja desde el macizo andino y se dirige a Rodeo, regala vistas muy lindas.

Se llega al puesto de Gendarmería llamado "Guardia Vieja" donde es obligatorio mostrar la documentación migratoria ya que una barrera se interpone en el camino e impide el paso.

El camino comienza a tomar altura, ahora en forma más marcada y la espectacularidad del paisaje es imposible de describir con palabras.  

Siempre me intrigaba visitar el lugar ya que mirando mapas camineros e imágenes satelitales, observaba que la ruta que se dirigía hacia el oeste, encontraba al frente la cadena montañosa que parecía infranqueable.

En la anterior fotografía se aprecia que la ruta viene siguiendo la margen derecha del río y debe volver hacia atrás para comenzar a trepar la ladera que le permitirá llegar al Paso que está hacia el extremo superior izquierdo de la imagen.

Los últimos kilómetros se recorren a una altitud superior a los 4000 msnm por camino de cornisa desde el cual se ve chiquito, allá abajo, el arroyo y se contemplan las idas y vueltas que el camino debe hacer para sortear esas tremendas montañas.  

Sobre la ladera derecha se observa el camino en zig zag

Un cartel anuncia que estamos a 4600 msnm y todavía queda un tramo de algunos kilómetros. Los penitentes a un lado del camino aportan una cuota más de belleza al magnífico paisaje.  

Hace rato que el Kangoo, quemando gasoil crudo, viene echando humo negro, notándose una merma en la potencia pero sin presentar ninguna falla.

Ésto es normal a grandes altitudes donde el oxígeno es escaso..

Cabe acotar que las pendientes no son muy fuertes, sino que el camino sube gradualmente y en forma sostenida. Prueba de ellos es que solamente debía poner primera marcha para arrancar cuando decidía parar para sacar alguna foto.

Se presiente que el final de nuestro camino está cerca porque ya no queda montaña por subir, hemos ascendido caracoleando toda la ladera. De golpe el paisaje se abre y estamos en el Paso, a más de 4700 msnm.  

El sistema de mapa móvil indicaba que estábamos a 4774 msnm.

 

Una vista a la imagen satelital del Google Earth, nos permite tener una idea del entorno.

Como en muchos pasos cordilleranos, encontramos  los carteles de bienvenida a ambos países, bustos y placas recordatorias de distintos eventos y aniversarios, alguna virgen y sobre todo, un paisaje hermoso.  

Vista hacia el lado argentino

El clima, a mediodía, ayudaba a disfrutar de ese entorno ya que solamente nos abrigamos con un polar.

Permanecimos caminando por la zona durante más o menos una hora y media, lapso en el cual pasaron alrededor de diez vehículos que iban o venían hacia Chile.  

Vista hacia el lado chileno

Cabe señalar que el camino estaba apto para todo tipo de automotores.

Debo comentar que me emocioné y disfruté cada segundo durante el tiempo en el cual permanecimos, sintiendo que había cumplido un deseo anhelado durante muchos años.

Había manchones de nieve sobre las laderas pero para alcanzarlos había que caminar varios cientos de metros, algunos de los cuales en forma ascendente y considerando la gran altitud a la cual estábamos y que habíamos llegado hasta ahí sin ningún tipo de aclimatación, hizo que desistiera del intento.

A unos cien metros del camino, un hito señala el límite entre los dos países.

Hito limítrofe. Al frente el territorio chileno

Lo lindo siempre se termina y justo cuando comenzaba a soplar el clásico viento cordillerano que aparece después del mediodía, emprendimos la vuelta.

Al igual que en el ascenso, nos detuvimos varias veces para contemplar el paisaje y sacar fotos.  

Penitentes a un costado del camino y a más de 4600 msnm

Pasamos por Guardia Vieja donde descansamos un rato y charlamos con los gendarmes.

Más o menos a las 16:00 hs estábamos entrando a nuestra cabaña en Las Flores, felices por haber alcanzado uno de los principales objetivos del viaje.

Luego de una siesta reparadora, salimos nuevamente para visitar la Capilla de Achango, en la zona de Rodeo. Está en lo alto de una loma, de color blanco y rodeada de unas pocas casas bajas hechas con adobe.  

Capilla de Achango

Es una muestra de la arquitectura colonial andina y fue declarada Monumento histórico.

Se estima que la capilla puede ser anterior al año 1650.  

Lamentablemente no pudimos ubicar a Abel, su cuidador, que es descendiente de la familia Godoy - Poblete, dueña de la propiedad para que nos permita visitarla.

Estábamos pagando "las consecuencias" de la visita del Padre Betancourt.

San Juan es una zona de alta manisfestación sísmica y el hecho de que los pobladores de bajos recursos recurran a la construcción con ladrillos de barro, obliga a apuntalar las viviendas para evitar su caída.

Nos dirigimos al pueblo de Tudcum, distante más o menos 15 km. Visitamos su capilla en la cual nos sorprende la sencillez de su altar y nos quedamos un rato sentados frente a la plaza donde se concentraba la actividad social.

Iglesia de la localidad de Rodeo

Era sábado a la tardecita y la presencia del recién llegado sacerdote monopolizaría la trasmisión de la FM local durante los siguientes dos días.

Pasamos frente a la entrada del complejo minero de Veladero, que está a más de 100 kilómetros por una ruta de tránsito restringido.

Son encontradas las versiones respecto a si el emprendimiento resultó positivo para la población local ya que nos comentaron que no se creó la cantidad de fuentes de trabajo que se esperaban.

Tengo entendido que puede visitarse previa autorización de personal de la planta y que los visitantes deben someterse a un chequeo médico ya que se llega a alturas cercanas a los 5000 msnm.  

Nos detuvimos en la banquina para disfrutar de otro espectacular atardecer.

Cenamos en un bar - restaurante que está sobre la calle principal de Rodeo y que se llama "XIPATOTE", haciendo referencia a un lugar de reunión indígena. Recomiendo la hamburguesa casera: un manjar.

Brindamos por haber llegado a Agua Negra y volvimos a Las Flores.

 

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