ETAPA 5

Antofagasta de la Sierra - San Antonio de los Cobres

 

Lunes 18 de febrero

 

Con muchas dudas respecto al estado del camino que recorreríamos, nos aprontamos para partir. Por un lado estábamos contentos por haber conocido Antofagasta pero al mismo tiempo lamentaba no haber podido llegar a los lugares vecinos: Antofalla, Campo de Piedra Pómez, etc.

Conocerlos será la excusa para un próximo viaje ya que éste, el primero, puede tomarse como un “reconocimiento preliminar”.

Después de todo, habíamos llegado hasta acá con el Kangoo, en verano que es la época más desfavorable debido a la ocurrencia frecuente de lluvias y eso debía ser motivo más que suficiente para estar contentos.

Nos quedamos más tranquilos cuando pudimos conversar con los técnicos de la empresa minera “FMS” que con sus camionetas venían de hacer el camino que nosotros deberíamos recorrer ese día.

Nos comentaron que el Salar del Hombre Muerto se podía atravesar por el camino que lo bordea por la izquierda y que en la provincia de Salta existía tránsito de camiones y camionetas durante las veinticuatro horas. En caso que me quedase empantanado, alguien me sacaría.

El personal de la minera es relevado vía aérea mediante vuelos que llegan desde Salta hasta ADLS. Ese día llegarían tres vuelos.

Un mapa donde en azul está dibujado el recorrido previsto para este día ...

 

 

Partimos con rumbo norte, siempre por la ruta 43. El camino es malo, sobre todo para el tren delantero del Kangoo pero en la misma medida el paisaje cada vez se pone más lindo.

 

 

Vemos ADLS, ahora a lo lejos y más abajo que nosotros.

 

 

 

Pasamos un desvío que lleva a Los Nacimientos y decidimos seguir de largo. Me habían recomendado que lo visitase pero la falta de certeza respecto de lo que nos esperaría más adelante me hizo desistir. En otra estación, sin lluvias, seguramente hubiera entrado.

Una formaciones rocosas nos llaman la atención ....

 

 

Usando el zoom porque estaban lejos ...

 

 

El camino comienza a ganar altura y luego de un rato circulamos durante un tramo largo a más de 4500 msnm.

Una llama nos da la espalda (por el ángulo de la toma parace artificial) ...

 

 

Luego comienza el descenso ya que hay que bajar hasta el nivel del Salar del Hombre Muerto. Antes de llegar, las tres camionetas que venían de recoger técnicos en ADLS nos pasaron raudamente, cortando camino por una traza de mayor pendiente mientras nosotros seguíamos la ruta que baja por un tramo de cornisa.

Desde lo alto vemos algunas panorámicas del Salar ...

 

 

 

 

 

Cuando estamos en la entrada del Salar, vemos el desvío a la Escuela. Lo lamentamos pero decidimos seguir adelante y sin desviarnos. La próxima vez, porque estoy seguro que habrá una próxima, vamos a entrar.

El Salar se abre imponente frente a nosotros, con su mezcla de barro y sal.

 

 

Una porción del Salar y sus caminos, tomado de la página www.viajeros4x4.com 

 

 

El camino recto que pasa por el centro se ve interrumpido e impracticable.

Pasamos frente a un cementerio ...

 

 

Tomamos el de la izquierda (marcado en color lila en el mapa) que por momentos es arcilloso pero siempre duro.

La presencia de charcos de agua indican que hace muy poco que llovió, tal vez la noche anterior.

Circulamos en tercera velocidad, deteniéndonos de vez en cuando a sacar unas fotos.

Hay un depósito de la empresa FMS pero está desocupado aunque se nota que en su interior  hay maquinaria y efectos de la minera. Un cartel recuerda que es propiedad privada y que está vedado el ingreso.

El Kangoo junto a la sal.

 

 

Una vicuña pone vida a este "mundo de agua y sal" ...

 

 

Saliendo del Salar, un desvío lleva a la mina Tincalayu. Según uno de nuestros mapas está ubicada en la provincia de Catamarca pero se accede desde Salta y en el otro directamente figura en suelo salteño.

Existe un conflicto limítrofe entre ambas provincias del cual se puede obtener información en Internet.

El siguiente texto fue extraído del sitio http://www.opinioncalificada.com

 

La división igualitaria del Salar del Hombre Muerto sería un principio de solución”

Jueves 11 de agosto de 2011 | 13:30

 

El diputado del Frente Salteño, Ricardo Alonso, en comunicación con Cadena Máxima, se refirió al conflicto limítrofe entre Salta y Catamarca, en donde están en juego intereses por los recursos minerales de la Puna.

El conflicto se origina en que aún no está definido el límite entre Salta y Catamarca, en Los Andes y Antofagasta de la Sierra.

En este sentido, Ricardo Alonso manifestó que “Salta reclamó históricamente esos territorios, todo lo que es el Salar del Hombre Muerto fue de Salta, pertenecía a familias del Valle Calchaquí”.

Además, dijo que “hace unos años atrás, en Catamarca presentaron una mina de oro y plata como si fuera un hallazgo nuevo, pero la misma ya había sido explotada”. Según Alonso, dicha mina figura en los viejos expedientes mineros de Salta, porque Catamarca reconoció, en un principio, la soberanía salteña en ese lugar.

Finalmente, el diputado Alonso sostuvo que “Salta no tiene ninguna Comisión de Limites trabajando, teniendo en cuenta que es una provincia que limita con diversos países y provincias”.

Esta problemática limítrofe fue judicializado por Catamarca, por lo que el Congreso de la Nación tiene que definir la jurisdicción territorial de cada provincia.

Para Alonso el acuerdo entre las provincias debería ser que la línea limítrofe pase por la mitad del Salar del Hombre Muerto, respetando la parte norte del territorio para Salta y la parte sur para Catamarca.

 

 

El camino en territorio salteño (RP 17) mejora ostensiblemente y se nota el mantenimiento al cual es sometido “gracias a la actividad minera”.

Empezamos a cruzar camiones con acoplado, incluso con dos acoplados, que vienen del norte cargados con tubos de gas. Luego veríamos que ese gas se envasa en la planta del poblado “Salar de Pocitos” y que es transportado para ser usado en las minas.

 

 

A nuestra izquierda queda el salar de Tolillar y más adelante comienza a acompañarnos el extenso Salar de Pocitos.

 

 

Una vista del camino que dejamos atrás ...

 

 

Encontramos máquinas y operarios de Vialidad de Salta trabajando en el camino.

A la distancia se nota que sobre el Salar  se llevan a cabo tareas de extracción de sal (la calidad de la imagen es mala ya que se usó zoom digital).

 

 

La condiciones del ambiente salino y seco, permiten que los animales se conserven ...

 

 

El fanatismo por el Renault, siempre latente ....

 

 

Seguimos viajando y cerca de las catorce horas empezamos a divisar el poblado de Salar de Pocitos, otrora estación del ramal C-14 del tren a Socompa - Antofagasta.

 

 

El sol castiga sin piedad y no hay ningún árbol que pueda brindarnos sombra. Estamos en medio de la puna salteña.

Se destacan las construcciones las instalaciones de piedra de lo que fuera la estación ...

 

 

Aprovechamos para vertir el contenido de un bidón al tanque de combustible.

Una foto para el recuerdo con el cartel ...

 

 

Muchas casas son de adobe ...

 

 

... y algunas están deshabitadas ...

 

 

La capilla ...

 

 

En rojo y sobre la puerta se lee "LEJOS DE SU PUEBLO , UNIDOS EN LA FE".

 

La polítiva llega a todas partes ...

 

 

La humildad de las viviendas contrasta con las modernas instalaciones de la minera, en las cuales se envasa el gas que transportan los camiones hacia el Salar del Hombre Muerto.

Encontramos un almacén - bar abierto y nos ponemos a charlar con su dueña, al amparo de la minúscula sombra que proyecta la pared.

Las mercaderías son traídas en un camión que, además de abastecer a los negocios, se detiene en distintos puntos del pueblo oficiando de almacén móvil.

Contrario a lo que pensaba, son pocos los operarios necesarios para operar la planta de envasado de gas. Por esas paradojas a las cuales estamos acostumbrados, los habitantes de la zona no tienen gas natural y deben consumir garrafas que pagan más de $ 30 por unidad.

Desde ADLS habíamos recorrido más o menos 215 km de ripio, en partes bueno y en partes muy malo. Cabe señalar que el tren delantero de las camionetas permite circular a 80 / 90 km por hora para disminuir el efecto del serrucho (calamina) pero en el caso del Kangoo resulta riesgoso porque un golpe a esa velocidad seguramente nos dejaría de a pie.

Muchas veces había leído los relatos de www.viajeros4x4.com y los de www.latitud-cero.com.ar , jóvenes salteños que recorrieron toda la zona en sus bicicletas.  Ahora estábamos ahí, viendo con nuestros propios ojos aquellos paisajes que habíamos idealizado.

Decidimos tomar hacia el este, con rumbo a San Antonio de los Cobres (SAC), usando la ruta 27.

Existe otra alternativa, la ruta 129 que pasa por Santa Rosa de los Pastos Grandes y por el Abra del Gallo pero me recomendaron no tomarla con el Renault.

La distancia hasta SAC es de 110 km, todos de ripio.

Un detalle de los caminos de la zona ...

 

 

 

Dejamos atrás la estación abandonada de Laguna Seca.

El camino por momentos es bueno y por momentos el serrucho ( calamina) lo torna desastroso.

Arribamos a  Cauchari, hoy deshabitado y limitado a ser solamente un cruce de caminos, con una capilla cerrada (extremo izquierdo de la foto).

 

 

 

Así era en el año 2000, conforme figura en la página www.viajeros4x4.com .

 

 

El cartel viejo, indicando los caminos pero sin las distancias ..

 

 

El cartel nuevo, con las distancias ...

 

 

Un viejo edificio que fue ocupado por la Gendarmería y que hoy se encuentra en total estado de abandono...

 

 

Es lindo llegar a esos parajes y encontrar los edificios abandonados , tal cual fueron dejados, pero siempre hay algún inadaptado que usa las paredes para sus estúpidas inscripciones.

Según estuve leyendo en la web, la capilla abandonada perdió su torre y también recibió algunas tareas para conservarla.

En el año 2008 ...

 

 

y en el año 1998 ...

 

 

A la izquierda está el Salar de Caucharí.

 

Desde Cauchari parte la ruta 51 que lleva a SAC y hacia la izquierda permite continuar hacia el  Paso de Sico. También se pasa por este punto para  empalmar hacia el paso de Huaytiquina (ruta 37), actualmente cerrado y para tomar la ruta 70 que permite llegar al camino asfaltado que lleva al Paso de Jama, más al norte. 

En Cauchari disfrutamos de la “magnificencia” de una tormenta cuyos truenos imponían respeto.

 

 

 

Una mujer estaba juntando sus llamas y caminaba sin apuro, a pesar de la inminencia de la tormenta.

 

 

 

 

Partimos hacia San Antonio de los Cobres (SAC) .

Debido a las lluvias y nevadas en las partes más altas, el Nevado de Qewar (6100 msnm) se mostraba con un blanco inmaculado y su vista nos acompañó durante un buen trecho.

 

 

Se observa una de las puntas del Salar de Cauchari,  más grande que Salar de Pocitos.

Llegamos al poblado de Olacapato, si no estoy equivocado el pueblo más alto de nuestro país (4009 msnm).

Apenas sacamos unas fotos de la estación (Ramal C-14) ...

 

 

 

 

Antes y después de Olacapato la calamina se “mostraba en todo su esplendor”.  Era vergonzoso el estado de la ruta 51.

Continuamos viaje y en medio de un aguacero, con tormenta incluída, comenzamos a ascender el Abra de Chorrillos, cuyo punto máximo alcanza los 4560 msnm para luego bajar a los casi 3800 msnm de SAC. Hasta que bajamos no me sentía seguro ya que los rayos me preocupaban seriamente.

Con las últimas luces del día llegamos a SAC, alojándonos en Gendarmería.

Fue un día intenso en el cual recorrimos alrededor de 330 km de ripio, circulando siempre arriba de los 3000 msnm, incluyendo largos tramos por sobre los 4000 msnm.

Sentíamos que la parte más “brava” del viaje había sido resuelta ya que era la que nos presentaba más dudas respecto a su transitabilidad. Si no podíamos seguir hacia el oeste (volveríamos sobre nuestros pasos) siempre cabía la posibilidad de salir hacia la ciudad de Salta.

En ADLS sentía que estaba “en una isla” y que si llovía mucho no podía avanzar hacia el norte ni hacia el sur hasta que el camino sea arreglado.

Las roturas de la ruta que viene de Belén ocasionan falta de combustible.

Una cena en uno de los comedores del pueblo y a dormir.

Ya hacía varios días que dormíamos alto y la altura no nos afectaba para nada por lo cual ya comíamos en calidad y cantidad casi como si estuviésemos en casa.

 

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