ETAPA 11

Géiseres del Tatio - Salar de Atacama (Chile)

 

Un mapa para ver el recorrido del día ...

 

 

Domingo 24 de febrero

 

 

El Tatio (conocido también como Los Géiseres del Tatio) es un campo de géiseres ubicado en los montes andinos del norte de Chile a 4.320 metros sobre el nivel del mar (msnm). 

Contrario a lo que se cree, no es el campo de géiseres más alto del mundo, Puchuldiza (Chile) y otros lugares están a mayor altura que El Tatio. 

Es además el grupo más grande de géiseres del hemisferio sur. 

Se estima que el lugar es visitado por cerca de 100.000 turistas cada año. 

Las personas generalmente hacen un recorrido por el Desierto de Atacama y el pueblo de San Pedro de Atacama antes de ir a El Tatio. 

Tiene más de 80 géiseres activos, el 8% de los que hay en el mundo. 

A pesar del número de géiseres las erupciones no son de gran altura, alcanzando una media de 75 centímetros. 

El agua emerge a unos 86 ºC de temperatura, que es su punto de ebullición a esta altura. 

El depósito de agua está dentro de las rocas volcánicas, cubierto por capas impermeables; las fallas conducen el agua caliente a la superficie. 

Se ignora cuál sea la fuente de calor, pero quizá sea un magma o una intrusión ígnea. 

En 2008 la Comisión Regional del Medio Ambiente de Antofagasta aprobó la primera fase de la explotación de los géiseres por parte de la empresa Geotérmica del Norte 

La medida fue criticada por el Consejo de Pueblos Atacameños, que alegó la falta de legitimación por parte del Estado para ceder las tierras y alertó además sobre el impacto que dicha medida podría tener sobre el ecosistema.

El proyecto tenía como escenario la quebrada "El Zoquete", que en la década de los 70 había sido utilizada sin éxito por la Corfo con el fin de extraer energía geotérmica.

El 8 de septiembre de 2009, mientras la empresa realizaba labores de exploración en el terreno, se produjo una fuga de vapor y agua en uno de los pozos, la cual alcanzó los 60 metros de altura. 

El hecho alarmó a las autoridades y habitantes de la zona, quienes criticaron la explotación del lugar y el riesgo que esto significaba para el medio ambiente.
 

 

De noche y bajo un intenso frío nos levantamos y salimos a esperar el minibus. 

Los géiseres se encuentran a 95 km de SPA.

Cuando llegamos todavía estaba oscuro y apenas empezó a amanecer notamos las fumarolas que se elevan de los pozones.

 

 

Los bordes de los pozones con barro hirviente son de sales minerales blandas por lo cual es muy peligroso acercarse demasiado a ellos y han ocurrido accidentes gravísimos.

 

 

Las columnas de vapor se elevan a 6 mts de altura.

 

 

 

Era hora de desayunar y allí mismo, con más o menos -5 grados centígrados, dimos cuenta de las infusiones y comidas incluidas en el ticket de la excursión.

El chofer del micro nos explicó que estaba haciendo un recorrido inverso al clásico para que podamos disfrutar, prácticamente en soledad, de una pileta de agua termal al aire libre.

 

 

 

Ante la pregunta de si nos animábamos a entrar al agua (hacía -5 grados de temperatura ambiente), algunos hicimos punta: no era cuestión de perderse semejante privilegio.

En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos con el traje de baño (es difícil cambiarse a la intemperie)  y en el agua.

 

 

Un rato más tarde llegaron las demás excursiones y la piscina natural se llenó de gente.

 

 

 

 

Continuamos recorriendo el campo.

En medio se ven restos de maquinarias, ahora abandonadas, que se montaron como parte de un proyecto para aprovechar la energía geotérmica.

 

 

 

 

 

Hay geiseres que periódicamente expulsan agua hirviente, acompañada por un ruído fuerte y que nos recuerda  que la “tierra está viva”.

 

 

 

 

Algunos son un poco más altos ...

 

 

 ... y otros son verdaderos gigantes ...

 

 

 

 

Continuamos disfrutando un rato más de este fenómeno maravilloso ...

 

 

Dimos una última mirada al campo de géiseres y enfilamos hacia el bus.

 

 

La excursión parte para regresar a SPA.

 

El paisaje es muy bello. Mirando mapas se observa que estamos muy cerca en línea recta de la zona de frontera chileno - boliviana y que las alturas de los picos promedian los 5000 y pico msnm.

 

 

A la izquierda de la siguiente foto se observa claramente un cráter ...

 

 

... que con zoom se ve de esta forma ...

 

 

Por momentos se llega a ver a simple vista que el cráter produce emanaciones.

Algunas fotos más de los picos que se se ven hacia el este y que se hallan en la frontera chileno - boliviana.

 

 

Hacemos varias paradas a orillas de lagunas para sacar fotos y observar parte de la fauna de la zona...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una pareja de vicuñas se prodigaban "mimos" ...

 

 

Continuamos viaje y llegamos al pueblo llamado "Machuca" .

 

 

Machuca es un  pequeño pueblo atacameño ubicado a más de 4000 mts de altura prácticamente despoblado, debido a la drástica emigración de las familias a pueblos aledaños, situación que gracias a diversos proyectos de infraestructura de la Municipalidad de San Pedro de Atacama a revertido lentamente la situación con el retorno de algunas familias, reactivando de esta forma las actividades agrícolas, pastoriles, producción de queso y turismo.

Se pueden degustar ricas empanadas fritas y anticuchos de Llama.


Hay un pequeño y hermoso bofedal donde conviven pequeñas familias de flamencos, patos y gaviotas.

 

 

Desde el Google Earth se ve así ...

 

 

Y cuando se llega por la ruta la imagen que se obtiene es ésta, destacándose los techos de paja ...

 

 

Con todas las excursiones convergiendo al mismo tiempo Machuca pierde su tranquilidad y se convierte por un rato en un hervidero de gente que pugna por comer empanadas y probar el anticucho de llama.

En esta parrilla portátil se preparan los brochetes de llama, conocidos como "anticucho" o "anticullo" y de los cuales dimos cuenta.

 

 

 

 

Un techo en detalle ...

 

 

El pueblo visto desde la Iglesia ...

 

 

La capilla, ubicada unos metros más arriba que el nivel del pueblo, se destaca respecto de las pocas casas del poblado ...

 

 

 

 

 

 

Regresamos a SPA y contratamos otra excursión para la tarde: iríamos a conocer los Ojos del Salar.

Almuerzo, una ducha, una pequeña siesta y otra vez al pueblo para seguir conociendo la zona.

 

 

En un minibus partimos, con rumbo sur.  Hacia el este vemos la ruta que va hacia Argentina y que toma altura progresivamente, destacándose la perfecta silueta cónica del Volcán Licancabur, el Juriques y demás cerros.

 

 

Dejamos la ruta asfaltada para internarnos en el Salar de Atacama y llegar a la laguna Cejar ...

 

 

 

Es un ojo de agua muy salada, donde tuvimos oportunidad de bañarnos y flotar en cualquier posición debido a la alta concentración de sales que tiene el agua.

 

 

Es una sensación extraña y muy agradable. Flotábamos sentados, parados, en cualquier posición y no nos hundíamos por más que nos esforzásemos mientras el sol castigaba en forma implacable.

 

 

 

Salimos del agua totalmente “ensalinados”, con la ropa y cabellos duros y cubiertos de sal.

No tuvimos tiempo de salir a caminar un rato como la gente de la foto, que seguramente estaban en su propio vehículo y manejaban sus propios tiempos.

Encontramos algunos motorhomes que aprovechan para pernoctar en el lugar.

 

 

Otro breve tramo en la minivan y llegamos a otro Ojo, en este caso de agua dulce para poder revertir y quitarse los restos salinos: volver a ser nosotros mismos como cuando empezamos la excursión.

Mis hijos se sumergieron mientras Nora y yo permanecimos “salados”.

 

 

Para disfrutar de este pozo es necesario saber nadar ya que es muy profundo y el agua dulce no ofrece flotabilidad.

Otro corto viaje y desembarcamos en medio del Salar ...

 

 

Un detalle de la sal ...

 

 

Acá tuvimos bastante tiempo para caminar por el salar mientras el sol empezaba a caer y las sombras se alargaban ...

 

 

Tal vez el paisaje, tal vez el clima, tal vez la abundancia de sal, tal vez la altitud o quien sabe que cosa pero esta visita nos puso de muy buen humor ...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Disfrutamos de un atardecer maravilloso acompañando esos mágicos momentos con un snack muy bien servido.

Llegó la hora de regresar a San Pedro de Atacama y le dijimos "adiós" al salar ...

 

 

Llegamos al pueblo de noche, luego de haber vivido un intenso día.

Cena en un restaurante del centro y a dormir porque a la mañana partiríamos para regresar a nuestro país por el paso de Jama.

 

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