<%@ Language=VBScript %> ETAPA 10

USHUAIA - VILLA BOSCH

Si bien el clima no fue tan bueno como hubiéramos querido, el disponer de bastante tiempo, sumado al hecho de estar gastando muy poco dinero porque no pagamos alojamiento, nos permitió recorrer los lugares comunes a toda estadía en la zona.

Personalmente me quedé con ganas de efectuar algún trekking de día completo a la laguna “Esmeralda” y al Glaciar del Albino pero no me animé a contratarlas con anticipación ya que se arman si existe la cantidad mínima de excursionistas. Siempre esperando que el clima mejore, cosa que no sucedió, llegó la hora de emprender el regreso a casa.

Este es el momento donde uno toma verdadera conciencia de cuan alejado se encuentra, y creanme que cuesta decidirse a subir al auto para estar casi cuatro días sentado y con el volante en las manos, máxime en nuestro caso que manejaba solo y en horas diurnas. Mientras estuvimos en Ushuaia, el copiloto hizo un curso acelerado de preparación y cebado de mate y llegaba el momento de aplicar lo aprendido.

En el viaje de regreso, tranquilos y sacando fotos, hicimos durante el primer día el tramo Ushuaia – San Sebastián. En Río Grande recorrimos la Avenida Costanera visitando los monumentos de las distintas Fuerzas Armadas y de Seguridad que recuerdan la Guerra de Malvinas (1982) y rinden homenaje a sus héroes.

Aprovechamos para detenernos en la Misión Salesiana “Nuestra Señora de la Candelaria” y comprar dulces y mermeladas ahí mismo elaborados. Imperdibles.

LA MISIÓN en mayo de 2001

CAPILLA DE LA MISIÓN SALESIANA

MONUMENTO A LOS HÉROES DE GENDARMERÍA NACIONAL CAÍDOS EN LAS ISLAS MALVINAS (Río Grande)

La Misión fue fundada en 1893 por Monseñor Fagnano para la evangelización de los aborígenes onas. Extinguidos éstos, se convirtió en escuela primaria. Hoy es Monumento Histórico Nacional.

La capilla, la casa de la misión, la casa de las hermanas de María Auxiliadora y el Museo Regional consituyen un hermoso circuito para recorrer. Por el horario en el cual llegamos, solamente pudimos efectuar las compras de los dulces.

En posteriores viajes laborales a la Isla, el punto de ventas de la Misión fue para mí una parada obligada.

Habiendo llegado a San Sebastián en horas de la tarde, decidimos detenernos y hacer noche en el Hotel del ACA, económico y con buena atención. Ya no había tiempo para viajar de día hasta Gallegos.

Aburridos, ya que San Sebastián no ofrece prácticamente nada para salir a recorrer, matamos el tiempo jugando a las cartas y leyendo alguna revista hasta la hora de cena. En la televisión del hotel era mínima la oferta de canales disponibles.

Por la mañana, antes de salir del país, los gendarmes que realizan los trámites migratorios en el Centro de Frontera nos recomendaron otra alternativa de caminos en el territorio chileno de la Isla. A la postre resultó muchísimo mejor que la utilizada en el viaje de ida, con escasísimo tránsito, mejor paisaje y buen ripio.

Arribamos a la zona de Primera Angostura y enseguida llegó el transbordador que nos transportaría al otro lado del Estrecho.

Traspuesto el Estrecho, recorrimos lo que quedaba de camino chileno para llegar al paso de Integración Austral, donde hicimos rápidamente los trámites migratorios y aduaneros, tanto en el puesto chileno como en el puesto argentino.

En el tramo Aymond – Gallegos, nos desviamos 4 km para visitar la Laguna Azul, que se presume es el cráter de un antiguo volcán. Si bien no es un lugar tan bello como los vistos en todo el recorrido, la escasa distancia de la ruta justifica el desvío para conocerla.

LAGUNA AZUL

Arribamos a Gallegos, recuperamos nuestro trailer, cargamos combustible y continuamos viaje por la RN 3, rumbo a casa. Ya faltaba poco, solamente 2700 km.

Pasamos de largo Piedrabuena y llegamos a Puerto San Julián, donde hicimos noche, alojándonos y cenando en el Hotel “BAHÍA” (creo que se llamaba así), de 3 estrellas. Mi hijo ya extrañaba la televisión por cable así que le dí el gusto. Mientras él miraba tv en la habitación, me dediqué a leer hasta después de la medianoche en el excelente bar del hotel mientras el humo del café me invitaba a hacer un balance del viaje casi finalizado y a aprovechar esos momentos de distracción sin preocuparme por manejar para empezar a organizar el año laboral que se avecinaba en pocos días.

La siguiente etapa fue Puerto San Julián – Bella Unión, hermosa playa vecina a la ciudad de Rawson, donde pernoctamos y aproveché a visitar gente conocida.

De Bella Unión seguimos rumbo norte hasta Monte Hermoso. Habíamos dejado atrás la Patagonia y ya estábamos otra vez en la Provincia de Buenos Aires.

En Monte Hermoso nos alojamos en el Apart hotel “Italia”, muy cómodo, de precio accesible, atendido por sus dueños y a dos o tres cuadras de la playa. Lugar ideal para reponerse y cargar las pilas para el último tirón, que dadas las distancias que veníamos de recorrer, parecía muy corto.

En esta localidad balnearia nos quedamos dos días disfrutando de la playa.

No sé si todos los lectores saben que en Monte Hermoso, se puede disfrutar de la puesta del sol sobre el mar.

ATARDECER EN MONTE HERMOSO (Pcia de Buenos Aires)

El último tramo nos llevó hasta casa, arribando felices luego de haber recorrido alrededor de 13500 km.

A medida que entrábamos en la zona del Gran Buenos Aires empezaba a extrañar la tranquilidad del casi nulo tránsito patagónico. Empezaba otra vez la batalla para salir indemne del tránsito enloquecido y agresivo de la gran ciudad y a empezar a tomar medidas defensivas para desalentar a los cacos (sacar frente del stéreo, llamar por celular antes de entrar el auto para que me abran la puerta del garage, dejar el trailer en la vereda encadenado al poste de alumbrado público, etc, etc).

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