LPPARQUE NACIONAL PERITO MORENO 

Miércoles 11 de febrero

 

 

 Condorera

El clima continuaba bueno y aprovechamos la mañana para conocer el casco de la estancia, charlar con sus dueños y acercarnos a la condorera, pared rocosa vertical que se encuentra a unos cientos de metros frente a la casa. Tiene muchísimos agujeros que son utilizados por los cóndores para anidar, prueba de ello es que la piedra se encuentra totalmente manchada por los excrementos de las aves.

A pesar de contar con binoculares y permanecer un rato largo en el lugar, no logramos ver ningún cóndor.

Lago Belgrano y entorno que rodea al casco de la Estancia La Oriental. 

(Clik sobre el cartel para ver fotografías tomadas en la zona)

Caminamos por las lomadas vecinas desde las cuales se observa un paisaje muy lindo: la estancia al frente y hacia el oeste las aguas color verde del lago Belgrano.

Lago Belgrano desde las lomadas vecinas al casco de La Oriental

Después del almuerzo fuimos a visitar la Península del Lago Belgrano.

El camino de acceso se encuentra en buen estado aunque una bajada inspira respeto para la vuelta cuando se convierte en una subida bastante pronunciada y con algunos pozos que obligan a bajar la velocidad.

Con desconfianza y luego de haber recorrido a pie una parte, decidimos bajar con el Kangoo. Demás está decir que puede pasar un día sin que nadie visite el lugar aunque para tranquilidad del viajero las distancias dentro del Parque son cortas o sea que si es necesario pedir ayuda y no se dispone de equipo de radio, con caminar algunos kilómetros es suficiente.

Sugerencia: siempre pasar por el Centro de Interpretación y avisarle al  Guardaparque cual es el recorrido previsto y la hora estimada de regreso. Vencida esa hora y en la hipótesis de que uno haya sufrido algún percance, seguramente recibirá auxilio. Es imprescindible informar el regreso para evitar movilizaciones y preocupaciones innecesarias.

Nora en el itsmo que conduce a la Península del Lago Belgrano

Se avanza con el auto hasta el fin del camino donde se deja el vehículo y se comienza a caminar cruzando un istmo que tiene aproximadamente 6 a 7 mts de ancho. El paisaje es muy bello y reina la tranquilidad.

El lago presenta distintos colores que alternan entre el verde y el azul para las partes más profundas y para las playas.

En todos nuestros viajes a la Patagonia nunca hemos visto un puma pero no puedo negar que cuando andamos solos y siento algún ruído en el pasto, casi siempre me sobresalto.

La península, que tiene lagunas y mucha vegetación en su interior,  puede recorrerse en una caminata larga de 6 hs. Está habitada por guanacos.

Existe un circuito corto, autoguiado y con estaciones perfectamente señalizadas, que demanda aproximadamente una hora. Podemos aprender además de disfrutar del paisaje. Aquí también se observa el cuidado y dedicación puestos de manifiesto por los guardaparques.

Decidimos volver temprano porque la subida que faltaba me intranquilizaba un poco. El Kangoo, con tracción delantera, suele patinar sobre al camino de ripio si la pendiente es marcada y los neumáticos están muy inflados. Desinflamos unas cuantas libras y partimos.

La pendiente debe tener de 200 a 300 mts de largo pero pudimos tomar velocidad y a 50 km/h en 2da marcha la subimos sin inconvenientes. Son esos momentos donde uno disfrutaría más del entorno si viaja con un vehículo 4x4.

Dedicamos lo que quedaba de la tarde a hacer un sendero autointerpretado que parte desde el  Centro de Interpretación y conduce hasta una serie de pinturas rupestres muy próximas. Lo particular de este sendero es que se alcanzan los distintos puntos a partir de una carpeta con pistas y fotografías que confeccionaron los guardaparques y que otorgan en préstamo. Una idea muy linda que realmente nos sorprendió.

Pinturas rupestres

Con tiempo nublado y algunas gotas que no se convirtieron en lluvia volvimos a La Oriental para poner fin a otro día en la zona.

 

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