LPPARQUE NACIONAL PERITO MORENO 

CERRO LEÓN

Jueves 12 de febrero

El día amaneció soleado y luego de mirar fotografías que están en la sala de estar de la casa, principalmente una panorámica tomada desde la cima del cerro León que se encuentra frente al casco de la estancia, decidimos que intentaríamos subirlo.

En el Centro de Interpretación nos habían informado que el ascenso es relativamente sencillo y desde la cima se tiene una vista muy linda.

El cerro que tiene una altura de 1434 mts puede ascenderse desde el frente que da hacia La Oriental pero se aconseja hacerlo por la parte de atrás que está en la zona de El Rincón porque uno puede ahorrarse parte de la aproximación.

Nos dirigimos hacia allí para lo cual hay que recorrer unos pocos km hasta otro puesto donde vive otro matrimonio de guardaparques y alguna joven que se desempeña como voluntaria. Es un área habilitada para colocar carpas detrás de unos pocos refugios que actúan como defensa contra el viento. En este lugar también funciona una Sala de Interpretación y museo.

Nos indicaron hasta donde podríamos aproximarnos con el auto y que se trataba de un paseo muy lindo, con “una sorpresa cuando lleguen arriba”. Aprovechamos para cargar agua ya que en el ascenso y descenso no hay posibilidades de aprovisionarse del líquido elemento. Entre los cuatro preparamos una mochila y cargamos los 4 pares de bastones de trekking.

Si bien se trata de una salida corta siempre hay que estar preparado para un a cambio repentino en las condiciones climáticas. Nos vestimos con prendas formando la clásica “capa de cebolla”, sombrero, pantalla solar, cámara de fotos, comida y elementos energéticos (caramelos, chocolate, barra de cereales) y bajo un sol que se hacía sentir comenzamos la caminata.

Partimos a las 10 hs. Los primeros cientos de metros se transitan por un terreno plano y reparado del viento por lo cual enseguida sentimos calor pero a medida que comenzamos a ascender y a caminar por el bosque, el viento del oeste trajo el alivio.

El camino es sencillo y si bien no hay sendero marcado, claramente se ve la cima y la pendiente permite caminar en zigzag sin resbalarse.

A medida que ascendemos la vista es cada vez más linda. Vemos hacia el frente el lago Belgrano y la península, a la izquierda la arboleda de La Oriental y a nuestra derecha el cerro cae a pique y vemos el puesto de El Rincón.

Luego de algunas paradas para reponer energías y sacar fotos llegamos a lo que parece ser la cima y la vista es muy linda.

Estamos sobre un filo cumbrero bastante ancho donde prácticamente no hay pendiente. Pensamos que ya habíamos llegado y nos sentíamos reconfortados  porque el esfuerzo había valido la pena.

En eso estábamos cuando recordamos las palabras de la Guardaparques respecto a la sorpresa: con ese afán de ver que hay un poco más alla, seguidos caminando directamente al oeste por el filo y de golpe nos quedamos mudos: ahora se veía otro brazo más del Belgrano, el lago y río Volcán, lejos una parte del lago Península y el río Lácteo.

La vista abarcaba los 360 grados y un montículo de piedras señalaba la cima. Es un lugar sencillamente ESPECTACULAR y de fácil acceso.

Desde allí arriba veíamos el Kangoo como un punto amarillo en medio de la nada.

Si bien en los folletos se informa que se necesitan 2:30 hs para subir y 1:30 hs para bajar, el ascenso nos demandó solamente 1:40 hs.

Permanecimos allí durante más o menos una hora y aprovechamos para almorzar. El lugar no ofrece ninguna protección contra al viento pero por suerte ese día soplaba poco.

La vista que se tiene desde ese lugar justifica por si sola la visita al Parque Nacional.

Era temprano y aprovechamos para bajar despacio, con varias paradas.

Recuperamos el auto y volvimos para El Rincón.

Guiados por una voluntaria aprovechamos para visitar el museo que ocupa una habitación y en el cual hay utensillos, elementos de trabajo, etc encontrados en la zona.

Desde El Rincón tomamos un camino que está en muy buenas condiciones y que llega hasta el Mirador del río Lácteo.

Cansados pero muy contentos volvimos dispuestos a pasar nuestra tercera noche en la zona.

Llegaron más turistas para alojarse en la casa y esa noche prepararían cordero a la parrilla. El costo nos pareció un poco alto y decidimos seguir con nuestro menú “carpero”.