CAVIAHUE - VILLA PEHUENIA 

Miércoles 23 de febrero

Decidimos seguir viaje para la zona de Villa Pehuenia.

Quiero aclarar que la zona de Caviahue-Copahue es muy linda y que nos quedaron numerosos lugares para visitar: Laguna Escondida, Cascada Escondida, Cajón del Hualcupén y Valle de Las Lecheras, los campos termales de Las Máquinas y Las Maquinitas (depresiones ocupadas con lagunas naturales sulfurosas y con muchos respiraderos y fumarolas en las cuales se contruyeron las primeras infraestructuras para tomar baños), campos privados donde se organizan excursiones de pesca, etc.

A mi criterio el hospedaje es demasiado caro y las facilidades para acampar son prácticamente inexistentes y que si bien existen excursiones para mantener ocupado al turista durante toda una semana, los costos cuando se multiplican para cuatro personas son elevados. Tampoco hicimos turismo cultural.

Una excursión a la comunidad mapuche, con almuerzo incluido, cuesta $ 75 por pax que sumados al precio de una cabaña nos darían como mínimo $ 500 por día.

Particulamente prefiero un turismo “menos organizado, más natural, más económico y menos lujoso”.

Luego del desayuno dejamos el pueblo y tomamos la ruta 26. A pocos km de Caviahue tomamos el camino de ripio que se interna en las tierras de la Agrupación Indígena “Millain Currical” y conduce a la Laguna de Hualcupén, al Valle de las Lecheras y Paso de Coliqueo.

Para transitar por esos terrenos privados se debe abonar una suma de dinero que en nuestro caso fueron $ 6. Hasta aquí el camino está en muy buen estado pero luego de pasar “la tranquera” y abonar, desmejora notablemente ya que en algunos lugares los vehículos muy bajos corren el riesgo de tocar con sus bajos las piedras peladas.

El Kangoo tenía toda la carga encima y nos detuvimos cuando llegamos al punto panorámico donde comenzaba el descenso en cornisa hasta el borde de la laguna. El paisaje es hermoso, con bosques de araucarias en sus orillas. 

Luego de la laguna el camino continúa para recorrer el Valle de Las Lecheras y el Cajón delos Barros y llegaría hasta inmediaciones del Paso de Coliqueo. Tengo entendido que es apto para 4x4 y esta es la zona que visita la excursión que mencionada más arriba. Me comentaron que el paisaje es bellísimo. 

Mientras volvíamos hacia la ruta observamos laderas del Volcán que no se ven desde Copahue ni cuando se hace la ascensión.

Salimos a la ruta 26 y echamos una última mirada a Caviahue.

Tomamos otra vez la ruta 26 con rumbo a Loncopué disfrutando del camino que en este sentido es mayormente en descenso y de allí la ruta 21 hasta el empalme con la ruta 22 que nos llevó a Las Lajas.

Es una localidad de más de 4000 habitantes, convertida en centro de servicios y cuya economía se basa en la actividad agrícola-ganadera, además de las fábricas de ladrillos, bloques premoldeados, soda y agua mineral. Durante los meses de octubre y noviembre se llevan a cabo encuentros culturales en los cuales se congregan músicos, poetas, pintores, fotógrafos y artesanos.

Hay un museo espeleológico porque cerca de Las Lajas está el complejo cavernario de Cuchillo Curá.

Dimos una vuelta por el pueblo sin detenernos y volvimos a la ruta 22.

Hay una estación de servicios moderna en inmediaciones de la cual está la Oficina de Informes turísticos.

Decidimos almorzar y fuímos al restaurante “El Fortín”, también sobre la 22 y distante muy pocos kilómetros del pueblo. La atención y los precios fueron nos causaron grata impresión.

Es común la presencia de turistas chilenos dada la proximidad de los pasos internacionales de Pino Hachado e Icalma y la conveniencia del cambio monetario.

Cerca de las 14 hs y bajo un sol muy fuerte que nos obligó encender al aire acondicionado partimos rumbo a Pino Hachado.

El camino está asfaltado y en óptimas condiciones. Si bien al principio corre por una pampa luego comienza a ganar altura sobre el arroyo Haichol y aparecen los primeros pehuenes que aumentan en densidad hasta el final del tramo. Se ven grandes murallas con columnas basálticas.

Llegamos al Centro de Frontera, con edificación moderna y donde la Gendarmería cumple tareas de contralor migratorio. 

Es una zona muy bella, con extensos valles surcados por arroyos y la presencia siempre visible de las araucarias.

Con el permiso de los gendarmes continuamos unos pocos kilómetros para ver el hito fronterizo, que si bien se encuentra sobre una barda baja al borde de la ruta, no llegamos hasta él porque había que desviarse unos cientos de metros por camino de tierra.

Como “inmigrantes clandestinos” continuamos unos pocos kilómetros en territorio chileno para obtener vistas de los volcanes que se ven hacia el oeste y regresamos al Paso.

Tomamos la ruta 23, de ripio, con rumbo sur para ir hacia Villa Pehuenia. Durante la mayor parte del recorrido corre siguiendo el curso del río Litran y, al igual que en todo este sector, los pehuenes le imprimen una fisonomía particular al paisaje.

Empalmamos la ruta 13 que viene desde Zapala y Primeros Pinos y doblamos hacia la derecha. Cruzamos el puente del río Litrán y empezamos a recorrer la costa norte del lago Aluminé deteniéndonos en la Oficina de Informes Turísticos a fin de recibir asesorarnos respecto a alojamientos y lugares a visitar.

Si bien la Oficina cuenta con abundante información, no salimos satisfechos con la atención recibida por parte de la señorita que nos atendió porque nos dio la impresión de que no conocía realmente la zona y que se limitaba a repetir un texto memorizado. Me llamó la atención el acento con que hablaba que me recordaba al portugués.

Nos quedó claro que este circuito cuenta con hosterías, cabañas, camping y todos los servicios. A medida que veníamos hacia el sur, la presencia del verde y la abundancia de agua contrastaba con lo que habíamos visto en la zona norte de la provincia.

Recorrimos la península y nos sorprendimos por la cantidad y calidad de cabañas que se ofrecen en alquiler, ubicadas sobre las costas irregulares del algo Aluminé y con precios similares a los de Caviahue.

Visitamos los tres campings de la zona cercana a Villa Pehuenia, saber:

- “Don Cirilo”: que cuenta con proveeduría, cabañas y luz eléctrica.

- “Lagrimitas”: es el más visitado y que tiene luz eléctrica, restaurante famoso en la zona, playas sobre el lago y excelentes baños. Si bien prácticamente no tiene proveeduría, se encuentra a 200 mts del centro comercial de la Villa.

- “El Puente“ : se encuentra más alejado y no cuenta con luz eléctrica. Los baños son pequeños y limpios y el agua caliente para las duchas se obtiene a partir de leña por lo cual se debe avisar con anticipación en la administración para prever su encendido. No tiene proveeduría, es el más tranquilo y el que tiene mejor entorno paisajístico.

Armamos nuestra carpa en el “Lagrimitas”, a escasos 20 mts de la playa. Disfrutamos de un hermoso atardecer y mientras Javier y Pablo se enfrentaban en un partido de truco fuimos con Nora a hacer las compras.

El centro comercial cuenta con locutorios con acceso a Internet, heladería, supermercado bien surtido que incluye rotisería, etc.

Estábamos bastante cansados y nos acostamos temprano.