VOLCÁN BATEA MAHUIDA - PASO DEL ARCO
Jueves 24 de febrero
Pude dedicarme a una de las tareas más placenteras en la vida del acampante que consiste en levantarse temprano, cuando la mayor parte de la gente duerme, y tomar mate escuchando el canto de los pájaros. Bah, con una salvedad: la carpa estaba armada a escasos 20 mts de la ruta de ripio que está siendo asfaltada o mejorada y el ir y venir de los camiones se hacía notar.
El objetivo del día era visitar el Volcán Batea Mahuída.
Se toma la ruta con destino al Paso Internacional “Icalma” y luego de recorrer muy pocos kilómetros se obtiene una vista impecable del lago Aluminé. Se continúa hasta el puesto de control de Gendarmería, donde en caso de pasar a Chile se hacen los trámites migratorios y aduaneros.
Manifestamos nuestra intención de conocer el Batea y continuamos viaje unos 5 o 6 km. Un cartel indica el desvío hacia la derecha que luego de 10 km lleva hasta el Parque de Nieve que funciona en la base del Volcán que se encuentra en territorio de la Agrupación Mapuche Puel.
La confitería estaba cerrada y encontramos un dibujo sobre la puerta de una casilla de madera que estimo oficiará de boletería para acceder a los caminos que recorren el Volcán.
Son varios los caminos que recorren el Batea y que conducen a distintos puntos panorámicos, separados por pocos kilómetros unos de otros.
Tomamos el que conduce a las antenas de equipos de telefonía y comunicaciones. Dejamos el auto y caminamos para asomarnos a la ladera que da sobre el Lago Aluminé.
Obtenemos una vista panorámica de 180 grados que invita a sentarse y contemplar el paisaje mapa en mano para reconocer los puntos de interés.
A izquierda se distingue el lago Aluminé y a derecha el lago Moquehue |
Se obtienen vistas magníficas de ...
Península y Lago Aluminé ....
Lago Moquehue .......
Volcán ....... en territorio chileno....
Desandamos parte del camino y tomamos el desvío que conduce a la Laguna del Cráter que si bien tiene algunas pendientes sobre terreno un poco flojo, no presenta inconvenientes para ningún tipo de vehículos.
La laguna (1925 msnm) tiene playas de arena volcánica y costas poco profundas. El agua no estaba tan fría y aprovechamos para tomar un baño.
Es un lugar ideal para aprovechar el sol y hacer picnic por la facilidad de acceder en auto. Estimo que debe estar bastante reparada del viento porque en la orilla vecina la cima cerro debe tener por lo menos 100 mts de altura.
En ese lugar almorzamos e hicimos sociales con una excursión de Caviahue Tours de la cual participaban las mujeres con las cuales habíamos compartido el ascenso al Copahue.
Desde la laguna sale un sendero bastante empinado que lleva hasta la cumbre del volcán aunque la mayor parte de los visitantes aprovechan el camino para vehículos que propone una caminata mucho más descansada.
Elegimos esta variante automotriz y siguiendo los carteles fuimos en busca del camino que sube a la cumbre.
Los vehículos de tracción simple hay que dejarlos sobre el faldeo unos 300 mts antes de la cima mientras que las 4x4 haciendo gala de su tracción llegan hasta el punto más alto.
La primera parte de la subida es fácil aunque luego el camino es un poco más arenoso y exige un poco más de pericia. Llegamos hasta un punto donde el camino tenía un tramo de 50 mts bastante poceado y junto al cual había 2 vehículos estacionados, uno de ellos Kangoo.
Lo encaramos pero cuando lleguamos a la mitad nos quedamos sin tracción. Bajamos marcha atrás y lo intentamos con éxito por un pequeño desvío paralelo.
Luego el camino mejoró y avanzamos otro trecho sin inconvenientes, en primera y con el motor bastante “alegre”.
Hacia la derecha sale el desvío que lleva hasta la cumbre. Si bien tiene una pendiente muy fuerte, la ventaja es que el piso está firme y en caso que haya que abandonar la subida se puede maniobrar sin problemas debido a que todo el faldeo es plano y el suelo está tapizado de piedras lajas pequeñas.
No le tenía mucha fe al Kangoo considerando que, salvo la carpa y la mesa de camping, todo el resto de la carga estaba con nosotros.
En primera, con el motor a muchas vueltas y cuidando de no patinar pudimos llegar hasta el punto más alto al cual llegaban los vehículos 4x2.
Camino a la cumbre del Batea Mahuida. Al fondo el lago Moquehue y el Volcán Villarrica (CHI) y abajo a la derecha se ve el Kangoo |
Me quedé con la duda de que pasaría si lo intentara sin carga y sin pasajeros ahora que conocía como era el camino.
Estacionamos transversal a la pendiente y comenzamos a caminar. La inclinación es importante pero el tramo es corto (300 mts) por lo cual se puede subir sin inconvenientes.
La vista desde la cima nos dejo boquiabiertos.
Abajo y nuestra izquierda vemos la Laguna del Cráter de un azul intenso.
Vista de la laguna del cráter (en la cual nos bañamos) |
Detrás los lagos argentinos Aluminé y Moquehue y las lagunas chilenas de Icalma y Gualletue. Al fondo se destaca un cinturón de volcanes argentinos y chilenos entre los que se distinguen claramente el Lanín, Villarrica, Llaima, Sierra Nevada, Llonquimay, Tolhuaca, Callaqui y Copahue.
Vista panorámica desde la cima del Batea. En la imagen ampliada se visualizan volcanes chilenos y argentinos |
Bajo un sol radiante estuvimos en ese lugar durante más de una hora.
Croquis con ubicación de los principales puntos a visitar y volcanes a observar en la zona del Batea |
Los turistas que tienen vehículos 4x4 suben a esta cumbre aplanada, estacionan y arman la mesa para disfrutar de un almuerzo en el paraíso.
Así como en la zona de Caviahue-Copahue es “imprescindible” subir al Volcán para obtener una vista que nos “ubique geográficamente” estoy convencido que el ascenso al Batea lo es para la zona de Pehuenia. Son esos puntos estratégicos desde los cuales uno siente que puede restarle importancia a los lugares que no podrá ver por falta de tiempo.
Bajamos del cerro y volvimos a la ruta 13. Doblamos a la derecha para ir hasta el hito limítrofe del paso Icalma, distante muy pocos kilómetros de asfalto. Está junto al camino con los clásicos carteles que usan los países para dar la bienvenida a los viajeros.
Paso de Icalma |
Siguiendo con nuestra “gira de hitos” decidimos ir hasta el Paso del Arco. Volvimos por la ruta 13, sobrepasando Villa Pehuenia y Villa Unión hasta el desvío que sale a la izquierda y que está perfectamente señalizado.
Es un camino ripiado y en excelente estado que por momentos tiene el ancho de una sola mano para pasar entre los troncos de gigantescas araucarias. Se observan grandes plantaciones de pinos que cuando crezcan cambiarán totalmente el paisaje.
El paso internacional no está habilitado. El camino llega hasta el puesto de Gendarmería (Grupo “El Arco”), ubicado junto al arroyo del homónimo y del cual obtienen energía eléctrica en forma permamente. Saludamos a los gendarmes y les manifestamos nuestra intención de visitar el hito, distante 5 km.
Nos indicaron que debíamos retroceder unos cientos de metros y doblar a la izquierda. Más o menos a un km del desvío hay que vadear el arroyo mencionado, que al atardecer trae bastante agua.
Encaramos el cruce en primera y cuando noté que la corriente era bastante fuerte aceleré y escuché un ruído a tracción sobre alguna piedra. Salimos sin problemas y continuamos viaje hasta el hito que se encuentra sobre una pampa.
Hito en el Paso del Arco |
Mientras estábamos sacando las fotos de rigor y mirando el entorno, Pablo me comenta que había “una chapa salida en el guardabarros delantero derecho” y que del auto caía agua por todos lados.
Con malos presentimientos me acerco y veo que la “chapa salida” era un pedazo de la bagueta del cubre guardabarros (guardaplast) y que el guardaplast no estaba. Si señores, el agua se lo había llevado limpito.
Caía agua de todo el frente del Kangoo pero el primer reconocimiento me tranquilizó: era agua y además estaba fría. Todavía, a casi 2 meses, se ven las marcas de agua y barro salpicadas por casi todo el motor.
Guardabarros plástico del Kangoo a la deriva |
A pesar de que todo “estaba bajo control” y considerando que ya atardecía, suspendimos la visita a otro hito cercano ( 300 mts) y volvimos rápidamente con la incertidumbre respecto a “como nos trataría el arroyo en este cruce”.
Pasamos sin novedad y mientras cruzábamos los chicos vieron que nuestro gaurdaplast flotaba aguas abajo. No era momento ni lugar para bajarse para intentar recuperarlo.
Nos despedimos de los gendarmes y volvimos al camping.
Sobre los troncos de los pehuenes hay marcas pintadas en color rojo que son utilizadas para descubrir por donde pasa el camino cuando todo está cubierto de nieve.
Disfrutamos una linda puesta del sol en la costa del lago.
Empanadas de rotisería y a dormir.