CHOS MALAL - CAVIAHUE - COPAHUE

Domingo 20 de febrero

El destino para este día sería llegar a la zona de Caviahue – Copahue. Las alternativas son varias:

-   Chos Malal - Las Lajas -  Loncopué  - Caviahue. Total = 280 km de asfalto y con paisaje menos atractivo.

-   Chos Malal – El Cholar – El Huecú – Puerta de Trolope – Caviahue. Total = 158 km, prácticamente todos de ripio.

-   Chos Malal – El Cholar – El Huecú – Loncopué – Caviahue. Total = 204 km de los cuales 152 km son de ripio y 52 km de asfalto.

Elegimos la última variante porque no estábamos seguros del estado del tramo que pasa por la Puerta de Trolope.

Partimos por la ruta 40 con rumbo sur. Cruzamos el puente del río Neuquén y abandonando el asfalto, tomamos la ruta 6. que lleva al Paso Internacional “Pichachén”.

Es un camino de ripio, bastante ancho pero traicionero por tener mucha piedra suelta, que debe recorrerse con precaución sobre todo en los tramos de cornisa sobre el siempre presente río Neuquén, cuyo curso remonta por unos cuantos kilómetros. El paisaje es lindo y vale la pena hacer este circuito.

Nos topamos con una familia de puesteros que solicitaban nuestra ayuda porque su viejo Renault 12 se negaba a funcionar. Recordando viejos tiempos ya que tuve 4 vehículos de ese modelo pude hacerlo arrancar. El diagnóstico: rotor casi destrozado y fuera de lugar. Vinieron a mi mente las nostalgias de contar con un vehículo sencillo que muy difícilmente nos pueda dejar a pie; todo lo contrario del Kangoo donde la electrónica nos imposibilita tocar algo y agrega una “cuota de inseguridad” en cada viaje.

Llegamos a “El Cholar” y entramos a recorrer el pueblo.

Está organizado en base una Comisión de Fomento, fundada en 1910 y  actualmente tiene 1250 habitantes. Cuenta con capilla, sala de primeros auxilios, gimnasio municipal, hostería, destacamentos policial y de Gendarmería, camping, cajero automático y algunos comercios.

A la entrada del pueblo nos resultó pintoresco encontrar una calle peatonal, allí donde lo que sobra es espacio.

La plaza, impecable, nos marcaba el contraste con las plazas del Gran Buenos Aires, escritas y mal cuidadas. 

Un evento cultural importante es la Fiesta del Ñaco, que se desarrolla en el mes de febrero y a la cual asisten artistas locales y provinciales.

La ruta 6 continúa rumbo al paso internacional, distante 70 km pero creo que su estado desmejora.

Tomamos la ruta 21 con destino a El Huecú, distante 30 km. El ripio estaba bastante malo y en el último tramo el paisaje, hasta aquí bastante monótono, cambia por completo y de golpe nos encontramos sobre un camino de cornisa con una vista muy linda hacia el valle donde se encuentra el pueblo.

Nos detuvimos un rato para disfrutar de la vista y sacar algunas fotos.

Bajamos la cornisa y entramos a “El Huecú”. Es un pueblo pequeño, tranquilo y con clima rural que cuenta con hospital, escuela secundaria, hostería, venta de combustibles y una plaza digna de imitar. En los alrededores hay chacras con alfalfares y cereales.

Seguimos por la ruta 21. Es notable como gradualmente el paisaje empieza a mutar: aparece el verde, las estancias son más grandes y se nota la presencia de actividad agrícola-ganadera, la ruta es más ancha y a lo lejos se comienzan a ver cerros con algunos manchones de nieve en su cima.  Uno de ellos seguramente debe ser el Volcán Copahue.

Cruzamos el puente sobre el río Agrio, cuyas nacientes veríamos cuando ascendiésemos el mencionado Volcán. Las propiedades químicas del agua le da a las piedras un colorido que nos llamó la atención.

Llegamos al punto donde sale la ruta 27, que pasando por la Puerta de Trolope conduce hacia Caviahue. Sabíamos que transitaba por lugares muy bellos pero desconocíamos su estado por lo cual decidimos continuar.

Disfrutando de unos kilómetros de asfalto llegamos hasta Loncopué, ubicado sobre la margen del arroyo homónimo y vecino al río Agrio.

Está sobre la ruta 21, tiene más de 3000 habitantes y es un pueblo de servicios en el entorno rural. La mayor parte del comercio, la estación de servicio, etc. se encuentran distribuidos a ambos lados de la ruta.

Lo imaginaba más grande y mejor distribuido ediliciamente. 

La actividad predominante es la agropecuaria-ganadera, especialmente cría de ovinos y caprinos. Cuenta con una importante población indígena asentada en parajes aledaños que mantienen sus tradiciones culturales realizando invernadas y veranadas con sus animales. Los fines de semana se realiza una feria artesanal.

Junto al puente sobre el arroyo Loncopué hay un restaurante pero a pesar de ser mediodía, decidimos continuar hacia Copahue y comer algún sándwich mientras viajábamos.

Desandamos algunos kilómetros por la ruta 21 y empalmamos la ruta 26, totalmente pavimentada.

Más o menos a 20 km y hacia nuestra izquierda se ven los “Riscos Bayos”, monumento natural arcilloso y amarillo producido por la erosión.

La ruta comienza a ascender en forma sostenida y los cordones montañosos angostan el paisaje, sucediéndose los cajones de Hualcupén y Chico. En el primero de ellos y junto al camino está el Grupo de Gendarmería.

De las montañas brotan vertientes que aportan su humedad para que el verde se haga presente. A ambos lados del camino se observan los refugios que los puesteros que en esta época del año están en plena actividad con la veranada de los chivos y yeguarizos. A la belleza del lugar se suma el aporte de los primeros pehuenes con su forma tan característica.

De golpe el paisaje se abre y a nuestra derecha aparece un lago de un color azul intenso y con forma de riñón. Al frente el Volcán Copahue lo domina todo. Llegamos a Caviahue.

Nos detenemos en la Oficina de Informes Turísticos que está ubicada a la vera de la ruta y recibimos una detallada explicación sobre las posibilidades de alojamiento, excursiones y lugares a visitar.

Salimos con tres cosas en claro:

    para subir al Volcán Copahue es necesario contratar una excursión

    existe un solo camping y no tiene agua caliente ni ducha

    los alojamientos en hoteles y cabañas son carísimos.

En invierno la zona se cubre de nieve y es ideal para la práctica de deportes: esquí alpino, esquí de fondo y caminata con raquetas.

Nos llamó la atención la cantidad de cabañas y complejos hoteleros que están en construcción, lo cual le imprime un aire de obra y le quita belleza.

Seguramente la llegada de la nieve lo transformará totalmente y le dará ese toque mágico que se puede ver en las postales del lugar.

Recorrimos varios complejos de cabañas lo cuales se encontraban ocupados más o menos en un 50 %, a pesar de lo cual no logramos regatear el precio que oscilaba entre los $ 160 a los $ 250 por noche.

Antes de contratar alojamiento decidimos ir hasta el Centro Termal de Copahue, ubicado al pie del volcán homónimo y reconocido mundialmente por la calidad de sus aguas. Caviahue está separado de Copahue por 19 km de ripio que se recorren en pocos minutos.

El Centro Termal estaba colmado de gente porque a los turistas que disfrutaban de la bañoterapia se sumaba una cantidad importante de corredores que participaron de una carrera a campo traviesa.

Copahue funciona en época estival ya que durante el invierno se cubre con varios metros de nieve y el emprendimiento iniciado varios años atrás para aprovechar la energía geotérmica a fin de calefaccionar las calles y permitir el tránsito de vehículos fracasó a causa de la corrosión en los vaporductos.

La oferta de alojamiento se basa principalmente en hoteles y algunos pocos departamentos, siendo inexistente la oferta de cabañas. Los precios nos parecieron igualmente altos para nuestro bolsillo y a igualdad de valores las comodidades son mayores en Caviahue.

Los hoteles ofrecen menúes típicos de montaña y en algunos casos con números artísticos en vivo. El público que disfruta de los baños es en su mayoría gente de la tercera edad y en verano el mayor movimiento de gente se da en Copahue.

Volvimos a Caviahue, reservamos alojamiento en las Cabañas "Pehuen" y nos dedicamos a contratar la excursión para subir al Volcán.

Vale la pena hacer algunas aclaraciones al respecto:

-   Si bien se puede ascender sin guía ya que nadie efectúa control alguno, es altamente recomendable participar de una excursión si no se tiene la suficiente experiencia. No existen carteles ni señales respecto a los senderos a tomar.

-   Las posibilidades de contratar la excursión se resumen en hacerlo con la Empresa “Caviahue Tours” o contratar los servicios de un guía conocido como “Caniche”, que en invierno alquila equipos de esquí y tiene un refugio de montaña en el centro de Caviahue.

-   Caviahue Tours tiene como pasajeros en su mayoría a gente mayor por lo cual hace el trekking hasta el cráter, que no está en la cima del volcán.

-   Caniche incorpora la extensión hasta la cima para lo cual este año debían cruzarse unos manchones de hielo con cierta inclinación y sin utilizar grampones, lo cual no me satisfizo.

-   Caviahue Tours cuenta con seguro de aventura.

-   Existe la posibilidad de contratar la excursión con las variantes de trekking largo o corto. Ésta última incluye aproximación con vehículo 4x4 hasta una cota más alta y por lo tanto permite disponer de más tiempo para apreciar el paisaje en las estribaciones del volcán y resulta menos cansadora.

Esa tarde Caniche estaba con su 4x4 descompuesta por lo cual tendría que aproximar con el Kangoo y hacer el trekking más largo sumado a que si bien nuestra intención era hacer cumbre, no me pareció oportuno hacerlo sin grampones.

Nos decidimos por Caviahue Tours y señamos los pasajes para el día siguiente.

Se hizo de noche y la luna llena se reflejaba en el lago brindando un espectáculo imponente.

Cenamos en la cabaña, miramos algo de TV y nos acostamos temprano porque nos pasarían a buscar a las 0730 hs.