ETAPA 1

Buenos Aires - San Luis

 

Martes 30 de agosto

 

Salimos por Autopista del Oeste y luego por la RN 7 con la idea de pernoctar en la ciudad de San Luis.

Luego de pasar Carmen de Areco y viajando con un fuertísimo viento de frente notamos que la Niva presentaba fallas esporádicas que parecían deberse a cortes en el flujo de combustible.

Nos asaltó la duda ..¿ volvemos a buscar el Kangoo o seguimos ?.

Sin detener la marcha decidimos continuar con la esperanza que sea algo pasajero (nunca limpié el tanque de combustible y además tiene carburador) y alguna “basurita” decida dejar de molestarnos.

La falla empezó a presentarse cada vez con más frecuencia y cuando bajaba la velocidad el tironeo desaparecía y podía volver a acelerar.

Pasando el empalme de la RP 31, la falla se agudizó y para poder circular tuve que bajar la velocidad a no más de 40 km/h y así y todo por momentos me quedaba sin motor.

Esta situación ya era muy peligrosa porque había tránsito pero por otro lado si me detenía en la banquina el viento me volaría el capot.

Alcanzamos a divisar una entrada a nuestra derecha donde había una cuadrilla de operarios y máquinas que estaban arreglando un camino de tierra.

Decidimos detenernos allí ya que en el último de los casos no estábamos solos y podíamos pedir ayuda.

Cuando llegamos vimos que el camino de tierra en cuestión nos llevaba después de recorrer unos 500 mts hasta la estación ferroviaria del pueblo Tres Sargentos, distante 145 km de casa.

Sin que se detenga motor pudimos llegar y en una de sus calles, al sol y al reparo del viento, tratar de individualizar la avería.

Primera inspección ocular con resultado negativo: sospechaba del filtro de nafta universal tapado o peor aún una obstrucción en el circuito del tanque de nafta.

Saco la rueda de auxilio que va alojada en el vano motor y nuevamente nada.

Sacudo el filtro de nafta (plástico) y apenas lo toco noto que la manguera que venía del tanque se había cortado justo en la boca del filtro y que quedaba apoyada y por eso alcanzaba a pasar algo de nafta.

Respiramos tranquilos ya que repararlo no nos llevaría más de media hora porque sólo era cuestión de colocar un trozo de manguera nueva, que tenía en el baúl.

Realmente fue una falla sencilla pero peligrosa porque podría haber caído nafta sobre una parte caliente y tal vez provocar un incendio.

Como no hay mal que por bien no venga, estábamos frente a una estación muy bien conservada y aprovechamos para fotografiarla.



 

 

 

 


 

 

Sus orígenes se remontan a la llegada del ferrocarril que ocurrió en 1906.

Este ferrocarril, un ramal de la línea General Belgrano, tiene la particularidad de ser trocha angosta.

Las tierras que ocupa el ferrocarril fueron tomadas en 1906, pero la estación se empezó a construir en 1907 , de estilo colonial ingles, y recién el 22 de enero de 1908 pasa el primer tren de pasajeros por Tres Sargentos.

El nombre del pueblo tiene valor histórico porque se relaciona con la campaña al norte del General Belgrano.

Al ser derrotado éste en Vilcapugio - Alto Perú - retrocedió a reorganizar sus tropas y durante este tiempo destacó una partida para reconocimiento y ubicar a los españoles para lo cual señaló a un joven teniente de dragones por su audacia, el General Gregorio Lamadrid con tres soldados y un indio baqueano del lugar llamado Reynaga.

Durante esa salida se encontraron con una guardia de infantería enemiga que custodiaba el camino y eran punto de avanzada de otra fuerza mayor.

Los militares después de haber divisado a los españoles y en vez de retirarse, organizaron un plan de ataque al puesto "Tambo Nuevo" donde se encontraban los Realistas.

Sorprendieron al centinela, los intimaron a rendirse y fueron llevados como prisioneros ante Belgrano.

Estos soldados fueron Santiago Albarracín, Juan B. Salazar, ambos cordobeses y José Mario Gómez, tucumano, los que por esa acción fueron ascendidos a Sargento, y en honor a ellos se bautizo a esta localidad como Tres Sargentos.

La escuela lleva el nombre completo "Tres Sargentos de Tambo Nuevo", así también algunas calles del pueblo llevan los nombres de los participantes de aquella histórica batalla: José Gómez, Santiago Albarracín, Juan Salazar, Indio Reynaga, General Lamadrid, General Belgrano.

 

 

Seguimos viaje soportando el viento que no calmó durante todo el día y que nos obligaba a viajar a 80 km/h, lo cual nos impedía adelantar camiones y hacía el viaje muy largo.

Al atardecer arribamos al límite entre las provincias de Córdoba y San Luis y desde allí comenzamos a disfrutar de la autopista.

Llegamos de noche a la capital puntana y, gps mediante, enseguida nos fuímos al centro a buscar hotel.

Treinta años atrás estuve alojado unos días en el Hotel “Dos Venados” y lo recordaba como un excelente establecimiento tanto en lo que hace al hotel propiamente dicho como a su restaurante.

Muy cansados, fuímos directamente en su búsqueda.

Lo encontramos venido a menos (es un ***) y con un comedor muy pobre en lo que a oferta gastronómica se refiere: la carta es mínima y hay que elegir entre dos o tres menúes que traen preparados de otro lugar.

Igualmente nos alojamos allí aunque en futuros viajes buscaría otro.

A su favor jugó la excelente atención, sobre todo en horas de la mañana donde en la recepción recibimos un detallada explicación de lugares a visitar.

Cena en el hotel y a dormir.

 

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