ETAPA 2

San Luis - La Carolina

 

Miércoles 31 de agosto

 

Unos mapas para ver el recorrido de este día ...

 

 

Dejamos el Hotel “Dos Venados” y fuimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad, sin detenernos salvo para sacar algunas fotos de la Catedral.
 

 

La Iglesia Catedral de la ciudad de San Luis, excepcional testimonio arquitectónico, comenzó a construirse en 1883 y finalizó a 1944.

Una característica distinguible de esta edificación es su fachada neoclásica ornamentada por bajos relieves que simbolizan escenas de la vida de Luis Rey, mientras que dos torres gemelas, una cúpula semiesférica en la parte posterior, y una nave principal con capillas laterales, completan esta estructura en cuyo interior descansan los restos de dos Obispos y los del Coronel Juan Pascual Pringles.

La Catedral fue escenario de la Jura de la Independencia en 1816; y en 1975 fue declarada Lugar Histórico Nacional.

Se halla emplazada sobre calle Rivadavia, frente a la Plaza Juan Pascual Pringles.

 

 

 


 



 

Conforme las recomendaciones fuimos hasta Potrero de Funes, lugar que particularmente no nos atrae ya que para nosotros el poder transitar por un circuito de carreras que pretende incorporarse al calendario de la F1 no supone mayor atractivo.


Por otra parte esta pista ha quitado vista al lago a muchas construcciones sumado a que esta localidad ya creció mucho y generalmente buscamos lugares donde la naturaleza se vea alterada lo menos posible.

Como es de suponer Potrero fue sólo un lugar de paso y sólo fuimos hasta allí para tomar un camino asfaltado de 12 km de longitud que circula por sobre cerros y cruzando las sierras llega hasta la ciudad de La Punta.
 

 

 

 

 

 

Es un tramo corto y pintoresco, sobre todo por las vistas desde lo alto hacia el bajo, donde está la mencionada ciudad.



 

 

 

 

 

La Punta es una localidad con Comisión Municipal del Departamento La Capital, provincia de San Luis, Argentina. Se encuentra a 20 km al norte de la capital, San Luis y fundada en marzo de 2003.

Cuenta con una universidad provincial (Universidad de La Punta),  el estadio de fútbol Juan Gilberto Funes, un Observatorio Astronómico en construcción, estudios de cine, viviendas, etc..

En ella se encuentra ubicada un centro tecnológico llamado Data Center, punto de partida del proyecto "Autopista de la Información".

En la ciudad de La Punta, con vistas al Bicentenario de Argentina (año 2010) se ha construido una réplica en escala real del histórico Cabildo de Buenos Aires con el aspecto que éste tenía el 25 de mayo del citado 1810.

El censo de 2010 arrojó una población de 13400 personas aproximadamente.

 


Nos acercamos al Cabildo al cual fotografiamos desde afuera.

 

 

 


 


A nuestro criterio y turísticamente hablando la ciudad de La Punta no ofrece todavía lugares para dedicarle un tiempo importante cuando las vacaciones son cortas.

Tomamos la RP 3 hacia el norte.

La ruta es asfaltada pero hay que viajar despacio porque transita zonas pobladas y además tiene muchos badenes, algunos de los cuales tienen pendientes de entrada y de salida muy pronunciadas.

A nuestra derecha se encuentra el cordón montañoso de las Sierras Centrales.

Llegamos a Villa de la Quebrada, “Capital de la Fe”, ubicada a 38 km de la capital puntana y muy conocida por la celebración anual de la aparición del "Santo de la Quebrada".

Desde el Google Earth ...

 

 

Un poco más grande y vemos el trazado del Vía Crucis ...

 

 

Se puede llegar a la misma por Ruta Nacional N° 146 o por Ruta Provincial N° 3 y se emplaza al pie del cerro Tinaja.

 

 

El obispo Monseñor Di Pasquo (1899-1962), hizo refaccionar la capilla y colocar un hermoso Vía Crucis de mármol de Carrara, cuyas figuras son de la altura de una persona.

Fue instalado en el lugar por los artistas italianos que habían hecho la obra, junto con una imagen de la virgen de Lourdes y está situado al este de la capilla y formado por 14 grupos escultóricos de estilo clásico helénico.

Su inauguración se realizó el 3 de mayo de 1951.

En 1978 durante la fiesta de Quebrada, se inauguró el pavimento que se hizo en el Via Crucis para facilitar la subida de los fieles.

Los 14 grupos escultóricos están ubicados en el orden siguiente:

1° Jesús condenado a muerte.
2° Jesús carga la cruz a cuesta.
3° Primera caída en el camino del calvario
4° Encuentro de Jesús con su madre.
5° Encuentro de Jesús con las mujeres de Jerusalén.
6° Verónica limpia el rostro de Jesús.
7° El cirineo ayuda a Jesús a cargar con la cruz.
8° Segunda caída en el camino del calvario.
9° Tercera caída de Jesús.
10° Jesús es despedido de sus vestiduras.
11° Jesús es crucificado.
12° Muerte de Jesús en la cruz.
13° El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz.
14° El cuerpo de Jesús es depositado en el sepulcro a la espera de su resurrección.

 


No visitamos el Vía Crucis, que se inplanta sobre el faldeo del cerro, porque hacía bastante calor y yo estaba reponiéndome de un tratamiento médico pero me hubiera gustado hacerlo.

Hurgando en la web me interioricé sobre el Milagro del Cristo de la Quebrada ...

 

 

¿ Cuándo ocurrió el milagro de su descubrimiento ?

Es imposible fijar una fecha cierta del hallazgo del Santo Milagroso, pero el investigador Maldonado fija dos fechas claves para determinar con mediana aproximación la época probable: éstas son la del casamiento entre Tomás Alcaraz y María Manuela Gómez en el año 1847 y la que corresponde a la fundación en 1868.

Según el autor mencionado formar la población de la villa debe haber llevado un tiempo prudencial, para que el Gobierno haya tomado la determinación de dejar de considerarla una vecindad; consecuentemente el encuentro con el Cristo debe haber ocurrido entre los años 1850 y 1860 aproximadamente.

También el acta matrimonial nos anoticia que don Juan Tomás Alcaraz vivía en El Guanaco y que su desposada, según reza el acta labrada en la Iglesia Parroquial de San Luis, era de la misma vecindad, corroborando así que el hallazgo del Santo fue el motivo excluyente de ir a vivir a ese paraje que luego sería, con el correr de los años la Villa de la Quebrada.

Además.. ¿ qué otro motivo tenía instalarse en el lugar alejado del único camino que comunicaba con San Luis ? :sin duda el milagroso hallazgo.

La villa se fue poblando con la distribución de solares asignados a los hijos, parientes y amigos de don Tomás y en ocasión de la visita del gobernador Ortiz de Estrada en 1871, éste le ratificó el apoyo oficial a la fundación de la villa, erigida por tan singular acontecimiento, que a él y sus acompañantes les habrán impresionado en sus fueros de íntima religiosidad.

El mandatario provincial pacta la forma legal para regularizar los títulos de los terrenos que había donado Alcaraz en un acta labrada el 4 de diciembre de 1871.
 

 

 

El Hallazgo Milagroso

El descubrimiento del Santo de la Quebrada, como se le decía originalmente, le correspondió a don Tomás Alcaraz, quien encontró el Cristo dentro de un algarrobo.

En cuanto al lugar es casi seguro fue el mismo donde se instaló la capilla.

Existe una versión, que roza lo legendario, que asegura que una vez encontrado este tesoro religioso, fue llevado por don Tomás a su casa, de la cual desapareció a los pocos días y que lo encontraron, tras una angustiosa búsqueda, en el mismo lugar que fue hallado, interpretando los circunstantes, entre los que estaban Alcaraz y su esposa Manuela, que el santo era de todos y que por lo tanto era su deseo permanecer allí.

Sobre la posible ceguera de Tomás Alcaraz, padecimiento que jamás pudo ser probado, debemos atribuírselo a una distorsión elaborada por la memoria colectiva que estableció un paralelismo con las características del descubrimiento del Señor de Renca ocurrido en 1636 en Renca, de la república hermana de Chile y que un siglo después al ser llevado a Córdoba se quedó en la localidad sanluiseña del mismo nombre.

Esta manifestación divina fue hecha a un humilde indio hachero, que según se decía por entonces, era ciego.

La fantasía popular hizo el resto y le atribuyó a Alcaraz ser ciego también y se pasó a afirmar que la cura de tal minusvalía fue obra del Santo y haber realizado con su descubridor el primer milagro.

Don Tomás Alcaraz era hijo natural -ilegítimo se le llamaba en esa época- de doña Casimira Alcaraz, hija a su vez de don Nicolás Alcaraz y de doña Felipa Lucero.

Había dejado la madre de Juan Tomás Alcaraz, tal su nombre completo, una herencia bastante importante, que consistía en un campo de 1.667 hectáreas y que fueron tasados en su tiempo en el precio de $ 3.600.

Este campo permitía la crianza de ganado vacuno y equino, además de cabras y cerdos.

Por cierto que el establecimiento le permitía un cómodo pasar, por lo que desde ya afirmamos que Juan Tomás Alcaraz, nunca fue un simple hachero como lo quieren mostrar algunas de las versiones populares.

Por cierto que aún siendo propietario, con toda seguridad debe haber sido diestro en todo tipo de tareas rurales, pues su vida entera la pasó en el campo.

A raíz que esas tierras fueron repartidas usando la antigua costumbre de la «palabra empeñada», que valía entre aquellos nobles cristianos más que cualquier documento firmado, hubo don Tomás, de acudir al juez civil para sanear sus títulos y de esa exposición se pueden extraer mayor abundamiento sobre las dimensiones y características del fundo donde estaba instalada la Estancia de la Quebrada.

 


Todos los años entre el 30 de abril y el 2 de mayo se celebra la fiesta patronal del Cristo de la Quebrada, que incluye una peregrinación a pie y en vehículos desde la ciudad de San Luis y que suele congregar decenas de miles de fieles.

La masividad implica que se acerque gente con fines comerciales que invaden el pueblo con sus puestos de venta de artículos de toda índoles (relacionados a la fe, vestimenta, electrodomésticos, etc.).

Visitamos la Capilla.



 

 

 

En la parte superior del altar y al medio se guarda el Cristo ...

 

 


Otra vez a la ruta, siempre con rumbo norte, y luego de 15 km llegamos al pueblo de Nogolí (que en algunos mapas figura como Hipólito Yrigoyen).
 

 

El antecedente más remoto que conocemos relacionados con Nogolí es una petición de amparo que el 12 de Enero de 1.632 formula en Santiago de Chile el Capitán Andrés de Fuenzalida Guzmán, por una tierras que posee a 7 leguas de la ciudad de San Luis, obtenidas por merced del gobernador Don Alonso de Rivera.

Dice que ha extraviado el título de dichas tierras ubicadas en Nogolí y que constan de "cien cuadras de largo en el dicho río del Cati, como corre abajo, y otras ciento de ancho, de la parte de donde se pone el sol".

Varios años después, el 23 de agosto de 1.668, surge otro antecedente a través de un tramite del sargento Mayor Felipe Ramírez de Arellano de San Juan, representado por el alférez Tomas Jofre, casado con Isabel de Fuenzalida, nieta de don Andrés de Fuenzalida Guzmán.

Este pueblo surge en 1.868 cuando Don Daniel Funes hace cesión gratuita al Gobierno de la Provincia a cargo de Don Rufino Lucero y Sosa, de terrenos comprendidos en su estancia de Nogolí.

Al respecto el ministro Don Faustino Berrondo da instrucciones al agrimensor Don Mamerto Gutiérrez para que proceda a delinear la villa con una plaza, ocho manzanas de cien varas en cuadro cada una y calles de veinte varas de ancho.

Le recomiendó asimismo prever la provisión de agua suficiente en proporción a la cantidad de terreno y elegir piso firme y seco, asegurando condiciones básicas de salubridad.

Sugiere además el ministro interesar a los vecinos para que se agrupen con la promesa de construirles un templo y demás edificios públicos.

 

 

Desde el "cielo" se lo ve así ...

 

 

Dimos una vuelta por su centro cívico pero no pudimos entrar a la Iglesia porque estaba cerrada ...

 

 

Tampoco pudimos almorzar ya que a esa hora no encontramos el restaurante abierto.

Una tipica esquina de antigua edificación, con la puerta en la ochava ...

 

 

Seguimos viaje y ahora recorreríamos durante 50 km uno de los caminos serranos más bellos que haya transitado en los viajes hechos a las provincias de Córdoba y San Luis.

Esta impecable ruta de asfalto y de reciente construcción une los diques Nogolí y Río Grande (Esteban Agüero), en proximidades de El Trapiche.

Apenas salimos la ruta cruza por el paredón del dique Nogolí.




 

 

 

La presa Nogolí presenta una extensión de 370 mts. en el coronamiento, la profundidad del lago será de 50 mts. y el volumen total es de 23,2 hm3, siendo el volumen útil de 22,4 hm3.

Rodeado por el marco natural que ofrecen los cerros y la variada vegetación circundante, el Dique Nogolì fue inaugurado en diciembre de 2000.

Conforma el proyecto de los Cinco Lagos que interrelacionará los diques Paso de las Ccarretas, río las Carpas, La Florida, Antonio E. Agüero y Nogolí, conformando un circuito turístico de 150 km.

Allí se propone crear la infraestructura básica, mirador, costanera, muelle, embarcadero, planta potabilizadora y planta de tratamiento de efluentes.

 

 

La ruta, una fantástica obra de ingeniería, trepa hasta la parte más alta del sistema montañoso de las Sierras Centrales.

Se puede acceder desde cualquiera de los diques y las pendientes son aptas para ser recorridas con cualquier vehículo en buenas condiciones.

A mi criterio la pendiente es mayor en el sentido Nogolí – Río Grande, el que hicimos nosotros.

 

 

 

Apenas dejamos atrás el dique comienza la subida al cordón serrano y en los primeros kilómetros acompaña al camino el Río Chico, que por lo general lleva poco agua, pero su ancho denota las fuertes crecientes cuando abundan las lluvias.

 

 



Las cabras cruzan la ruta y aprovechamos para detenernos y contemplarlas mientras suben la ladera y escapan de nuestra presencia ...

 


 

 

 

En el transcurso del camino se han dejado a su vera algunos espacios aptos para detener la marcha y contemplar el paisaje.

 

 

El punto más elevado está a 2.020 metros sobre el nivel del mar ...

 

 

Desde allí se pueden divisar las Salinas del Bebedero con su inmenso manto blanco, la Villa de la Quebrada ( si se agudiza la vista hasta se puede distinguir la cruz ubicada en el camino de ingreso), Nogoli, el dique de Villa Gral. Roca y al fondo las Sierras de las Quijadas.

Continuando hacia el Este comienza el descenso ...

 

 

 

Antes de divisar el Dique Esteban Agüero, se pueden apreciar las increíbles siluetas de los elevados cerros de Carolina (Sololosta, Tomolasta y otros), el alto valle de Pancanta y también el inmenso dique La Florida, que sin embargo desde la altura parece apenas un espejo de agua.

 

 

Las verdes laderas del sector Oeste van cambiando por cerros mas pelados y con rocas de extrañas formas.

 



 

 

 

Los últimos tramos están acompañados por la vista del lago que forma el dique Agüero, otro de los numerosos reservorios de agua con que la provincia de San Luis.

La vegetación y humedad son factores a tener en cuenta para levantar los puestos de las estancias de la zona ...

 



Llegamos al empalme con la RP 9 y retrocedemos hasta la localidad de El Trapiche, último punto donde conseguir combustible ya que en La Carolina no hay estación de servicio.

Cargamos nafta y comimos una vianda.

Retomamos la RP 9 hacia el norte, restando más o menos 35 km para llegar a destino.

 

 


El camino es hermoso.

 

 

Desde muchos puntos se ven a lo lejos los cerros emblemáticos de la zona de La Carolina: Tomolasta, Somolasta, Mellizos y otros.

 

 


En esta zona, donde están las cumbres más altas de la Provincia, los cerros parecen que brotan del suelo aislados unos de otros, sin formar una cordón montañoso uniforme, donde las diferencias de alturas entre una cumbre y la vecina es poca.


 

 

Llegamos al Valle de Pancanta.

 

 

Es un valle serrano en pleno cordón montañoso, bañado en toda su extensión por innumerables arroyos entres los que se destacan El Chiflón y El Maray, afluentes del río Grande y transportadores de oro aluvional.

Los vestigios de la actividad minera pueden verse a cada paso si se sabe interpretarlos y los mismos nombres de los arroyos recuerdan formas de llegar a la veta bajo tierra, en dirección oblicua, el Chiflón y la rueda que gira en el trapiche, instrumento para moler piedras, conocida como Maray.

La geografía de este valle está claramente definida por cañadas extensas de tierras fértiles y de características fitosanitarias, lo que le otorga una aptitud ideal para el cultivo de papa semillera.

Hacia el norte, continuando por la ruta N° 9 se encuentra el primer asentamiento de pinturas rupestres del recorrido: - La Quebrada del Durazno: Pinturas realizadas sobre la roca en tonos rojos y ocres.
 

 

Una alternativa que barajábamos era pernoctar en la Estancia “Las Verbenas”, 12 km antes de La Carolina.

Pasamos a visitar el establecimiento y, si bien estaba abierto, estaban en plenas tareas de mantenimiento y no había turistas.

La estancia no posee TV ni radio y funciona con régimen de media pensión y pensión completa.

Su camino de acceso ...

 



 

Si bien estábamos en invierno, el paisaje es muy hermoso, belleza que seguramente se potenciará en primavera y verano.

 

 

La R9 9 cruza el río Grande ...

 



 

Con la Niva le aportamos un poco más de color ...

 

 

Un puesto es visible desde la ruta ...

 

 

Unos minutos más y estábamos entrando al pueblo minero.

 



 

 

La Carolina es un pueblo de unos 250 habitantes que se sitúa a 80 Km al Norte de la Ciudad de San Luis y que suma 1000 habitantes con las zonas aledañas como El Arenal, Cañada Honda, etc.

El casco principal del pueblo se halla sobre la base del Cerro Tomolasta, a unos 1600 metros sobre el nivel del mar y encerrado en la cuña de dos hermosos arroyos.

Las calles recientemente empedradas, así como las casas, revestidas también en piedra originaria, conservan aún el aspecto original del pueblo colonial, de origen minero y fundado hace más de 200 años.

Durante el verano las temperaturas oscilan entre los 15C y 30C, y en invierno llegan a -10C. Es muy fácil hallar nieve si uno la visita en invierno, así como es muy fácil disfrutar de un agradable baño en el río durante el verano.
 


Sugiero consultar la página oficial del pueblo ( www.carolina.gov.ar )para obtener mayor información y datos de contacto para alojamiento.

Una vista del pueblo desde el Google Earth donde se aprecia el cerro Tomolasta y el camino sinuoso que lleva a su cima, en la cual las empresas de telecomunicaciones han montado sus antenas.

 

 

Cruzamos el vado y tomamos la calle principal para tener un primer contacto con la localidad y nos llegamos hasta un negocio donde recibimos muy buena información sobre lugares a visitar, excursiones a realizar (allí se organizan las salidas de turismo minero) y de paso nos compramos unos chocolates exquisitos.

Enseguida nos dimos cuenta que probablemente seríamos los únicos turistas que pasarían la noche en el pueblo.

Visitamos varios alojamientos y optamos por quedarnos en la cabaña llamada "El Refugio Carolina", con capacidad para 4 personas, totalmente equipada, cochera individual, Direct Tv, WI-FI, vista panorámica y cuyos datos de contacto son: Reservas al (02651) 490227, (011) 15 32380138 y [email protected] .

 


La recomendamos fervientemente ya que es nueva, se encuentra sobre un promontorio desde el cual se tiene una vista inmejorable del cerro Tomolasta y sus dueños, propietarios de un local de artesanías en el pueblo, tienen su casa a escasos 15 mts.

 


En el grupo de casas que se ve en la parte baja e izquierda de la foto, la casa que está más ariba es el Refugio Carolina y el cerro que ocupa la parte derecha es el Tomolasta, el pico más alto de la provincia de San Luis.

Aprovechamos a tomar algunas fotografías de los cerros vecinos ...

 

 

Desde la cabaña el Tomolasta se veía así ...

 

 

Llegó la noche, muy fría y con muchísimo viento, y con ella nuestras ganas de cenar afuera.

Las oferta gastronómica, por estar en baja temporada, es casi nula: la Parrilla de Omar (el establecimiento más grande) sólo cocinaba a mediodía, la Posta del Caminante, sin pasajeros, tampoco brindaba el servicio nocturno y el único lugar para comer algo era en el Restaurant, Hostal y Mercado “El Tomolasta”.

Éste último tiene cuatro o cinco mesas, cajas de mercaderías almacenadas en el comedor y el hecho de estimar que hubieran tenido que cocinar sólo para nosotros nos motivó a cambiar de planes: compramos víveres en el mercado y cenamos en la cabaña.

Reservamos alojamiento por dos noches a razón de $ 300 por día.

Durante nuestra estadía el viento sopló a una velocidad promedio de 50 / 60 km/h en forma permanente, produciendo un ruído muy fuerte que invitaba a permanecer adentro durante la noche y al reparo durante el día si uno estaba en terreno descampado.

Cabe señalar que en el pueblo el viento no se siente con la misma intensidad.

Las estufas estaban encendidas a pleno porque las sensación térmica y el viento que se colaba por el menor resquicio así lo exigían.

En el pueblo sólo hay señal de celular de la empresa “Claro” y no hay locutorio pero el WI FI gratuito, instalado por la Provincia, funcionó de maravillas.

Cena, algo de Internet para mantener contacto con el resto de la familia que quedó en Buenos Aires y a dormir, arrullados por el sonido del eólico que nunca calmó.

 

 


 

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