SAN RAFAEL - MALARGÜE
Lunes 7 de febrero
A las 0900 hs , con el buen clima que nos acompañaría durante el resto del viaje, partimos por la ruta 144 rumbo a El Sosneado. Evitamos el circuito que pasa por el Cañón del Atuel y los embalses de Valle Grande y El Nihuil, que ya conocíamos de viajes anteriores.
Si es la primera vez que recorre la zona, el circuito del Cañón del Atuel es IMPERDIBLE.
A medida que avanzábamos comprobamos lo acertado que fue pernoctar en San Rafael ya que sobre la ruta había montículos de arena que depositó el agua que cruzaba la carpeta asfáltica.
Este tramo es conveniente recorrerlo de mañana, con el sol a las espaldas, lo cual permite disfrutar del paisaje: al frente la cordillera de los Andes con sus cerros más altos cubiertos de nieve y a la izquierda, siguiendo las vías del tren, se suceden las Salinas del Diamante y las estaciones de Cañada Amarilla y Los Parlamentos.
En los últimos kilómetros antes de El Sosneado la ruta tiene banquinas angostas y arboladas con posible presencia de equinos sueltos.
Arribamos al El Sosneado, población pequeña que es punto de partida para numerosas excursiones (Cabalgata al Avión de los Uruguayos, Termas del Hotel Abandonado de El Sosneado, Mina abandonada del Volcán Overo, etc). , que cuenta con Estación de Servicio, Hostería y Cabañas.
En el local “Jamón del Medio”, pegado a la estación de servicio, se pueden comprar artículos regionales y disfrutar de un sándwich de jamón crudo espectacular que, dadas sus generosas dimensiones, sirve como almuerzo o cena.
La gente de la Hostería es referente en lo que respecta a la Cabalgata al Avión y gentilmente ponen a disposición de los viajeros fotografías y documentación recopilada a lo largo de los años.
Después de dar cuenta de los famosos sandwiches, a mediodía partimos rumbo a Malargüe (50 km). A 11 km está el desvío que por asfalto y con un paisaje muy lindo conduce al Valle de los Molles y al Valle de las Leñas.
En un rato llegamos a Malargüe y fuimos a consultar sobre la factibilidad de llegar hasta las Termas del Azufre, en inmediaciones del Paso Vergara o Planchón y sobre excursiones a la zona de volcanes apagados conocida como Payunia.
La atención en la Oficina de Turismo es excelente pero, al igual que en otros lugares, observo que cuando se trata de circuitos que van más allá del turismo convencional, la información sobre estado de caminos y posibilidad de recorrerlo con vehículos medianos, me resulta insuficiente. No sé si se debe a la intención de derivar trabajo hacia las agencias de turismo locales, a desconocimiento del personal que atiende o a malas experiencias por haber recomendado un circuito a turistas que son novatos en los ripios y cornisas cordilleranos.
Dado el calor reinante fuímos hasta el dique Blas Brísoli, distante 12 km, que cuenta con camping, restaurante y el criadero de truchas “Cuyan-Co”.
En horas de la tarde volvimos hasta Malargüe para averiguar respecto a la posibilidad de realizar una excursión a la zona de la Payunia. Puede hacerse en vehículos de las agencias o contratar un guía que viaje en el vehículo del turista. Existen varios recorridos posibles, dependiendo ésto de la agencia que fleta el vehículo y del tipo de vehículo disponible.
Me interesaba ir con el Kangoo pero me sugirieron no hacerlo y el vehículo que partiría al día siguiente no conformaba mis expectativas (combi). Hasta último momento intentamos contratar la excursión con la agencia Karen Travel que cuenta con móviles propios (Land Rover 4x4) pero esa posibilidad se frustró. Cabe acotar que es una excursión de 12 a 14 hs de duración y en la cual se recorren entre 400 y 500 km.
Dadao el mal estado de los caminos y a la escasa demanda de esta excursión, la mayor parte de las agencias comparten un vehículo que alquilan a terceros por lo cual hay que reservar con anticipación el lugar ya que se arma el viaje solamente si se completa un número mínimo de pasajeros.
No sé si debe solamente a cuestiones comerciales, pero me llamó la atención como algunas de las agencias efectúan comentarios muy críticos respecto a sus pares.
Decidimos que al día siguiente iríamos a las Termas del Azufre y nos alojamos en la casa de huéspedes del Escuadrón 29 de Gendarmería.